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La película RUBIAPor Javier Prieto Aceves

Malecón Aventurero

Por Javier Prieto Aceves



Una discusión interminable de hoy, versa sobre cómo prevenir y combatir con efectividad la violencia en los hogares y en la sociedad y todo lo que tiene que ver con el maltrato a las mujeres y el incremento del feminicidio.

Son muchas las posturas en juego. Diversas ideologías presiden lo que se propone como soluciones más adecuadas a estas urgencias. Van desde las que recomiendan a las jóvenes salir con un martillo y pintura a dañar monumentos públicos, iglesias y escaparates comerciales; hasta de aquellos que patrocinados económicamente por la empresa Planed Parenthood, quieren imponer como lo único que es políticamente correcto, disminuir el índice de población que se juzgan excesivo.


Es una política para disminuir los embarazos, distribuir masivamente anticonceptivos y lo que llaman el derecho a la «salud reproductiva», que no viene siendo otra cosa que el «derecho» al aborto gratuito y a la de imponer, ante todo, la ideología de género. En la orilla opuesta están las ideologías que defienden la vida del no nacido desde la concepción hasta la muerte natural, así como al matrimonio destinado naturalmente a las parejas heterosexuales y enaltecen el amor entre los cónyuges, de modo que estén abiertos, en principio, a la procreación de los hijos, evitando que se siga envejeciendo la población en el mundo. En muchas naciones, nacen más descendientes de inmigrantes que de nacionales.


Más allá de la opción que los lectores tengan elegida, a mí en lo personal me ha aparecido que hay una película que representa un ícono para dar con la clave del respeto a la dignidad infinita de toda persona y que nos enfoca, directamente, a cómo deberíamos cambiar nuestra mentalidad respecto a la mujer y la familia, protegiéndolas de las agresiones que contra ellas van hoy por hoy al alza.


Se trata de la película norteamericana Rubia, es como una poesía que intenta explorar el alma de Norma Jean Mortensen -nombre verdadero de Marilyn Monroe- frente al tipo de macho, sea negociante, político influyente o parte de las chusmas que tan cruelmente imposibilitaron una vida digna para esta hermosa mujer.

La primera fase del cruel maltrato, empieza con la maternidad y la paternidad irresponsable que Norma Jeane padeció. Careció del amor más elemental desde niña. No la supieron amar conforme lo exige el corazón de toda niña, al contrario, la agredieron negándole su derecho a crecer en una familia que la amara.

Luego están quienes la convirtieron (convertimos, dijo el otro) en un objeto sexual y muy lucrativa estrella de cine para excitar la sensualidad de las chusmas.

La frustraron y maltrataron prácticamente todos los hombres con los que trató. Resuena aún el eco de las principales búsquedas de esta pobre muchacha: ¿Cuándo encontraré a mi padre? ¿Cuándo tendré «una vida normal»? ¿Cuándo me encontraré a mi misma? ¿Cómo podré hallar la paz por los hijos que aborté contra mi voluntad? ¿Cuándo podré lograr un hijo mío al que podré amar?»


Para mí, toda esta suma de anhelos y deseos frustrados, constituye el más cruel de los feminicidios posibles porque afecta a la vida espiritual y afectiva más íntima casi de toda mujer. Convertir a una mujer en un objeto sexual, prostituirla y destinarla a que se sirvan de ella las chusmas y también los exquisitos, como si fuera un objeto desechable es algo criminal.


Fragmento de la Oración por Marilyn Monroe del poeta Ernesto Cardenal:

«Señor,

recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de

Marilyn Monroe,

aunque ése no era su verdadero nombre (pero Tú conoces su verdadero nombre,

el de la huerfanita violada a los 9 años

y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)

y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje

sin su agente de prensa sin fotógrafos y sin firmar autógrafos

sola...

Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,

el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo...

La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.

Y los detectives no supieron a quién iba a llamar...

Señor:

Quien quiera que haya sido el que ella iba a llamar

y no llamó (y tal vez no era nadie

o era alguien cuyo número no está en el directorio de Los Ángeles)

¡contesta Tú al teléfono!»


Para mí, estas tres escenas del filme representan el más cruel de los feminicidios: 1.- su primer amante, un hijo de Chaplin, le deja una carta póstuma diciéndole: «Ya ni busques a tu papá, las cartas que recibiste eran mías y no de él. A él nunca podrás encontrarlo ni se ocupará de ti»

2.- Las parientes italianas emparentadas con uno de los maridos golpeadores, se burlan de ella y la tratan como prostituta e ignorante.

3.- Las reiteradas escenas del síndrome tan doloroso que le dejan los abortos y que la atormentan por toda su vida.

Si no queremos violencia en los hogares y en la sociedad, deberíamos pugnar por la revaloración de la mujer y de la familia, deberíamos volver a exaltar la caballerosidad y el amor; la necesidad defender al matrimonio y de la paternidad responsable. La educación debería centrarse en estos valores y en combatir y desalentar inteligentemente la pornografía que hoy opera a sus anchas por el internet y se multiplica en la industria del entretenimiento.

Hoy, diputadas francesas de todas las ideologías están pugnando por una legislación que contrarreste y disuada la pornografía, esta es el origen del incremento de todas las violencias más crueles y dolorosas en contra las mujeres y los niños.

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