Autoconocimiento
Por Cristina Arias
Más allá de lo que haces con tus manos, como cocinar, manejar, asearte, crear, trabajar, acariciar, sentir, sostener un bebé, etc., voy a hablar de otro poder que en ellas reside y que me tiene maravillada… el de escribir. No me refiero a escribir para comunicarnos con otras personas, sino para hacer contacto con nosotros mismos.
A menudo llegan personas a mi consulta deseando comprender por qué quieren una cosa y actúan en sentido opuesto, el por qué han tomado algunas decisiones, por qué anhelan ciertas situaciones y atraen lo contrario.
El acompañamiento terapéutico es, sin duda, una excelente herramienta de autodescubrimiento para tu desarrollo personal, ya que implica un lugar seguro para expresar tus emociones y situaciones, así como la guía y asesoría de un profesional con conocimientos y herramientas para ayudarte en tu camino.
Hay personas que quieren estar mejor mas no asisten a terapia por diversas razones, tanto para los que asisten a terapia como para los que no lo hacen, recomiendo la escritura como herramienta de autoconocimiento, reflexión y liberación emocional.
La ciencia ha demostrado que hay más activación cerebral al escribir a mano, ya que son mayores las conexiones entre los dos hemisferios, se activan conexiones neuronales, el cerebro se vitaliza. Cuando el ojo ve, la mano escribe y el cerebro piensa, se activa un proceso cíclico de coordinación que favorece la concentración y agilidad mental.
En lo personal escribo mínimo 3 páginas diarias por la mañana antes de la influencia de noticias, mensajes, deberes y demás.
Para comenzar recomiendo la escritura automática o la escritura terapéutica. Y para quien lo desee, la escritura creativa.
La escritura automática consiste en escribir lo primero que se te venga a la mente, sin parar, puede o no tener que ver contigo, con tus emociones o con tu diario vivir, simplemente escribir lo que se te ocurra.
La escritura terapéutica, que es la que en lo personal practico y recomiendo, es escribir sobre mis estados emocionales, reflexiones, sucesos y conclusiones personales.
La escritura creativa consiste en escribir relatos o historias sin utilizar los estándares de escritura periodística, literaria, técnica o académica.
He distinguido una gran diferencia entre los clientes que realizan la escritura terapéutica con los que aún no la han incorporado a su práctica. El avance es notoriamente más rápido y tienen mucha más claridad.
Sugiero destinar un cuaderno especial y hacerlo preferentemente en la mañana, escribir cómo te sientes, lo que piensas y si viene a tu mente otro asunto, también escríbelo. Todo cuenta, si aparece algún tema es que está ocupando un lugar en tus pensamientos, atiéndelo.
Si alguna situación está rondando en tu mente, ya sea positiva o negativa, notarás que al escribirlo lo estarás “sacando de tu organismo”. Plasmarlo en papel, te ayudará a percibirlo desde otro enfoque y perspectiva aportándote tranquilidad y claridad.
En lo personal, comienzo mis escritos agradeciendo a Dios mis bendiciones. Cada vez soy más consciente de mis agradecimientos; desde cada célula de mi cuerpo, la información, las personas presentes y las ausentes en mi vida, el lugar donde habito, la salud, etc. Intento no despegar mucho la pluma, cuando noto que lo hago y me distraigo, analizo si hay algo que me incomoda de seguir escribiendo sobre el tema que estaba trabajando.
Escribir es una de mis fuentes de inspiración, claridad, autoconocimiento, así como paz mental y emocional.
No necesitas inspiración para escribir…el escribir es fuente de inspiración para tu día.
Son increíbles las conclusiones y revelaciones a las que he llegado por medio de la escritura, además de comenzar el día con un éxtasis de energía difícil de explicar.
Si quieres conocerte, comprenderte mejor, avanzar en tu desarrollo personal y escuchar tu voz, comienza a escribir.
Conócete, acéptate, ámate.
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