Por Maria Isabel Uribe Velasco.Psicóloga Clínica.
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Porque cuando te veo a los ojos, me encuentro a mí misma, porque el amor que te tengo me hace sentir más fuerte, porque sé, que más allá de nuestros desacuerdos o diferencias en el pensar y sentir, en medio de todo esto, tú y yo, nos amamos.
Enamorémonos.
La relación de pareja llega en la actualidad con muchos retos. Anteriormente, dos individuos decidían casarse y los roles dentro de la relación eran mucho más claros y de ahí, la posibilidad de llevar una vida en consenso, esto es, que los desacuerdos eran menos (aunque así no se sintieran o pensaran), eran parte del proceso de una pareja casada. Se sabía que el hombre era el proveedor, esto es, tendría que trabajar para ganar el dinero necesario para satisfacer las demandas de la vida conyugal. La mujer se quedaría a atender las necesidades del hogar, esto es, cuidar del esposo.
Los hijos eran parte de la relación de pareja, socialmente era esperado que al poco tiempo de estar unidos ya estuvieran estos llegando.
La sexualidad, era vivida más como una necesidad varonil que como una situación que necesariamente fuera placentera para ambas partes. Y el amor, entre los que conformaban la pareja, no necesariamente era importante, algunos (para su fortuna) lo hacían crecer y de ahí se sabía o se platicaba de este sentimiento portentoso que la pareja sentía.
Y, así las cosas, a mediados del siglo pasado se empieza a hablar del amor, pero no solo del de la pareja, sino del amor propio (autoestima), y no solo eso, sino del valor de las mujeres.
Y de ahí, al momento actual.
La relación amorosa en la pareja se ha convertido en algo muy importante, me atrevería, como les decía, que es hasta un reto. Pues estamos frente al reto de construir una relación donde exista este sentimiento y se muestre a través de la equidad, donde ambos se valoren, y donde las necesidades y su satisfacción sean de ida y vuelta. Esto nos hace entrar en terrenos de arenas movedizas, pues no tenemos la tradición de este modelo, lo estamos creando.
Actualmente, el amor se encuentra como el sentimiento de unión de una pareja. Si no existe entre ellos o es solo uno de los dos es el que lo siente, o hay dudas al respecto, la relación entrará en un momento de fragilidad.
Los que trabajamos psicoterapéuticamente con las parejas, podemos darnos cuenta, después de un buen tiempo de práctica, que lo que hace que dos seres sientan el deseo de estar juntos, compartiendo la vida, es el vínculo amoroso.
Nada más fuerte que ello. Esto produce, que en la medida en que este lazo sea intenso, estarán dispuestos a hacer los cambios necesarios para poder llevar la vida a un mejor momento. Solo que, aclaro, este deseo tiene que ser de los dos, porque es en esta necesidad de ser mejor para consigo mismo y así con el otro, donde realmente se puede producir un cambio importante en la relación para que en lugar de que se pierda, se fortalezca.
De aquí que las relaciones de parejas amorosas nos irán brindando la posibilidad de tener niños y niñas más sanos física y emocionalmente, y no solo eso, estaremos construyendo relaciones de pareja donde el bienestar emocional se hará presente.
Como les decía, estamos ante un nuevo momento donde ahora más que nunca, el formar pareja por amor está vigente. Enamorémonos.
Que tengan una excelente vida, siempre es posible.
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