El Arte como Herramienta Sanadora.
- Liliana Fischer
- 9 abr
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Por Liliana Fischer

El proceso creativo en la arteterapia rescata, resignifica, maneja las emociones de manera lúdica, recrea y sana. Siendo psicoterapeuta y arteterapeuta tengo evidencia de múltiples casos en los cuales existe una conexión profunda con el inconsciente y se revelan áreas de oportunidad que el creador hace consciente fluyendo abierto a su interpretación y significación.
Freud y Jung utilizaron el proceso creativo y las obras creadas para entender la enfermedad. Para el psicoanálisis, la creatividad revela la condición de estar vivo, el enfoque de la realidad interna y externa del creador. El impulso creador innato es necesario para producir y comunicar de manera no verbal.
El proceso de la “sublimación” que denominó Freud, es la base común de las disciplinas del psicoanálisis y el arte. Éste concepto permite a las diferentes sociedades la construcción de su cultura.
Anna Freud, Melanie Klein y Donald Winnicot trabajaron con niños mediante la creatividad y el juego encontrando resultados maravillosos. Al sublimar, eso permite que la persona permanezca sana, especialmente al sublimar en un estadio temprano del desarrollo de su yo.
La artista Yayoi Kusama vivió una vida llena de traumas y alucinaciones que manejó de manera intuitiva creando arte, lo que le permió expresar, comunicar y resignificar sus problemas desde la infancia.
Sus padres eran propietarios de muchos viveros en Japón, Yayoi solía ir desde pequeña y llevaba consigo un bloc. Allí comenzó a trazar sus primeros bocetos, inspirada en los cultivos de semillas y las flores.
Un día se vio rodeada de violetas y estas le comenzaron a hablar. Esta fue la primera de una sucesión interminable de alucinaciones y ataques de pánico que le tocaría enfrentar durante toda su vida.
Su madre a veces atravesaba episodios de furia por los comportamientos de infidelidad de su marido, y arremetía contra los dibujos de Yayoi Kusama, destruyendolos.
Desde los cinco años la artista pinta de manera obsesiva. No hay un solo día en que no pinte Kusama de acuerdo a sus relatos. Los lunares representan para ella la Tierra, la Luna, el Sol y los seres humanos, una sola partícula entre miles de millones. La sintomaología que presentaba la niña sugiere el trastorno obsesivo compulsivo y probablemente trastorno de ansiedad.
La búsqueda de Kusama encontró respuesta en su obra, y a través del proceso creativo pudo trabajar con la creatividad para acallar sus trastornos psicológicos. Para Yayoi Kusama, un lunar fue su salvación y un anclaje a la vida.
Las exposiciones de esta artista japonesa están llenas de patrones obsesivos de lunares, así como de espejos y redes entre los que ella se fusiona y logra ser una con sus obras.
Durante 1955, participó en la Exposición Internacional de Acuarela: 18.ª Bienal en el Museo de Brooklyn, en Nueva York. Desde entonces, mantuvo correspondencia con la pintora estadounidense Georgia O'Keeffe.
Con veintisiete años emigró a los Estados Unidos, radicándose en Seattle, ciudad donde realizó su primera exposición individual en América, presentando sus pinturas en la galería Zoe Dusanne.
En 1958, se mudó a la ciudad de Nueva York. En 1959 realizó una exposición individual en la galería Brata. Su creación Infinity Nets, fueron la sensación, recibiendo muy buenas críticas.
En 1960 realizó su primera exposición europea, Monochrome Malerei, en el Städtisches Museum Schloss Morsbroich, en Leverkusen, Alemania.
En 1977, decidió ingresar en el hospital psiquiátrico Seiwa, en Tokio, para dedicarse exclusivamente a crear y alejar sus traumas. Desde entonces acude diario a su estudio para crear.
El proceso creativo y el arte son una herramienta sanadora.
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