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El patinador logra una puntuación de 79,69 que le acredita como uno de los mejores 24 del mundo

Histórico, se clasifica a la final de patinaje artístico

Donovan Carrillo, un joven de 22 años, nacido en Zapopan, Jalisco el 17 de noviembre de 1999, es un patinador artístico mexicano de la categoría masculina.ha logrado llegar a la final en sus primeros Juegos Olímpicos. Fue el único latinoamericano en la prueba pese a que en su país no hay pistas de hielo para deportistas de alto rendimiento.




Carrillo fabricó su propio milagro para meterse entre los mejores 24 patinadores del mundo tras meterse a la final, el programa largo de la disciplina, algo que ningún mexicano había conseguido. Finalizó en el decimonoveno lugar.

El carisma de Donovan Carrillo ha hechizado a México. Por su talento, por su tesón y por su insistente necesidad de mostrar la cultura mexicana en la música y en sus trajes de competencia. El de los Juegos fue uno negro con dorado con más de 17.000 cristales y picos. Carrillo se dejó conmover con Black Magic Woman de Carlos Santana, el artista que su padre le ponía cuando era niño. Si con la melodía de Juan Gabriel saltó a la fama, se mezclaron los acordes con los movimientos de Carrillo. La sonrisa, eso sí, nunca se le borró.

“¡Besos a mi familia y a todo México, los sueños se hacen realidad!”, gritó Carrillo tras su rutina. Los jueces le dieron una puntuación de 79,69, todo un récord personal. El mexicano salió bien calificado de su salto triple, el Triple Axel con un puntaje de 8,91. Eso le valió para meterse en el programa largo del próximo miércoles (19.30 hora del centro de México). “Estoy muy motivado para dar lo mejor de mí en el programa libre. Una de las metas era buscar esta clasificación”, contó Carrillo a la cadena Claro Sports tras la competencia.

En la competencia, solo estuvieron presentes 29 de los 30 competidores. El estadounidense Vicent Zhou quedó fuera tras dar positivo por covid-19. Donovan Carrillo ganó su boleto para los Beijing 2022 en los campeonatos mundiales al finalizar en el vigésimo lugar. “Una de mis primeras emociones cuando acabé el programa corto es que no quería que terminara. Estaba siendo un momento muy especial y estaba disfrutando al máximo lo que más amo en la vida, que es patinar”, contó a la prensa de los Juegos Olímpicos. Carrillo, clasificado en la posición 19, destacó en una noche en la que los artistas del hielo se quedaron con la punta: el estadounidense Nathan Chen y los japoneses Yuma Kagiyama y Shoma Uno.

El mexicano labró su camino entrenando en pistas de hielo de los centros comerciales en su natal Guadalajara. Se mudó a los 12 años con su entrenador a la ciudad de León, en Guanajuato. Allí la historia no cambió tanto porque aún seguía preparándose en pistas con una calidad amateur. La familia de Carrillo buscó patrocinadores en empresas, pero le rechazaban; quienes le apoyaron fueron sus amigos y allegados. Así empezó a viajar a Europa para competir. Su madre, Diana Suazo, contó a EL PAÍS que su hijo tenía una madurez excepcional.


El valor está en que pudo mostrarse al mundo en la máxima competencia. Antes que Carrillo en la categoría masculina, estuvo Ricardo Olavarrieta quien participó en 1988 y 1992. También dejaron huella las mexicanas pioneras Diana Evans, en 1988, y Mayda Navarro, en 1992. Carrillo, que ya se dejó querer por la armonía de unos Juegos, solo quiere disfrutar sobre el hielo.

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