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El Tiempo y lo que Viene.

Por: Ma. isabel Uribe

El tiempo no deja de pasar. Estamos en julio y desde mi pequeño espacio donde les escribo, les puedo decir que es sumamente importante estar conscientes de los tiempos, lo que ha pasado y ya se fue; el presente que es nuestro momento vivo, y el futuro que puede y debe ser planeado, sin embargo, guarda una incógnita siempre sobre lo que será.


En psicología la temporalidad es sumamente significativa, el tiempo crea efectos en nosotros sumamente importantes. Depende de cómo vivamos el paso del tiempo, podrá hacernos conscientes de nosotros mismos, depresivos o ansiosos.

El pasado, que en realidad ya no existe, en nuestro pensamiento se nos presenta a través de los llamados recuerdos.

Mi Madre decía que recordar es volver a vivir, ¿ y si por un momento les pidiera que escucharan aquella canción que les recuerda su primer amor? Seguramente vendrían memorias y emociones de todo tipo, algunos seguramente muy felices, y tal vez otros no tanto.

Así es, nuestra memoria va guardando sucesos que ya se fueron, sin embargo, los debemos tomar en cuenta para retomar el presente y ver hacia el futuro.


El pasado año 2020 nos pasó algo trascendental, jamás imaginado ni adivinado, llegó un virus propagado a nivel mundial que nos llenó de miedo, que nos llevó a lo inimaginable. Nos guardamos en nuestras casas dejando trabajos y empresas que eran nuestro quehacer cotidiano, los menores dejaron de ir a la escuela y nuestra forma de relacionarnos se puso en un terreno de revaloración. En algunos se abrieron conflictos que aparecieron como si nunca los hubiéramos visto, aunque sabíamos que ahí estaban.


Y henos aquí, en el presente.

¿Qué nos traemos del pasado?

Como humanidad estamos en una gran revisión tanto personal como en lo colectivo, consciente o inconscientemente.

¿Preguntas? Muchas, por los que no sobrevivieron, por los que sí, porque todavía estamos en un momento de transición, porque la amenaza sigue, sin embargo, la disminución en el contagio poco a poco nos hace sentirnos confiados, a algunos poco, a otros todavía no les es suficiente.

Desde la visión psicológica, es importante que vayamos caminando poco a poco hacia las formas ya conocidas, lo normal, diríamos. Esto con los debidos cuidados, sin miedos exacerbados.


Seamos como aquellos zorros que al estar a punto de salir de un lago escarchado de hielo, tienen que pisar con suavidad para no hundirse y salir de forma total de ese riesgo.

Tomemos en cuenta los cuidados que ya conocemos, los hemos hecho ya parte de nuestros hábitos. Poco a poco regresemos a nuestra normalidad ¿la conocida? NO, solo la que tenemos en el recuerdo porque la vida futura tampoco será igual. Hoy dependerá de nosotros, de los aprendizajes obtenidos y de lo que nos dimos cuenta nos llevan a mejorar nuestra vida. También corremos el riesgo de desaprovechar ésta gran experiencia.


Y aquí la revisión personal en cada uno de nosotros, y esta misma hacia nuestra familia, nuestros valores, hacia nuestro futuro, con la gran reflexión de ¡qué aprendimos! Y una vez realizado, de nuevo volver a planear la vida, nuestra vida, solo que ahora…mejor.

Sigamos cuidándonos.

Revista Digital

"Hablemos de

lo Bueno"

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