Ubicada al sur de Ensenada, La Bufadora es uno de los atractivos turÃsticos naturales más destacados de la región, y se considera el segundo géiser marino más grande del mundo. Cada año, miles de turistas se congregan aquà para presenciar este impresionante espectáculo en el que el agua y el aire son expulsados hacia arriba, creando un estruendo que puede llegar a alcanzar los 30 metros de altura.
Cuando las olas del mar son vigorosas, convergen directamente en una cueva en la base del arrecife a través de un conducto submarino, actuando como un embudo y aumentando su fuerza. El agua y el aire, succionados por este proceso, son luego forzados a salir a través de una estrecha abertura en la roca, lo cual desencadena este fenómeno natural.
Existe una leyenda que cuenta que durante la migración de las ballenas grises desde las gélidas aguas de Alaska hasta las cálidas aguas del Océano PacÃfico, una ballenita se separó del grupo y se aventuró a explorar las costas. Debido a su falta de experiencia, quedó atrapada entre las rocas y, a pesar de sus intentos desesperados por pedir ayuda a su manada, sus llamados no fueron escuchados. Entonces, la pequeña ballena reunió todas sus fuerzas y comenzó a lanzar chorros de agua de manera intermitente para tratar de llamar la atención.
Sin embargo, el acantilado donde la ballenita estaba atrapada estaba oculto y el grupo de ballenas dejó de buscarla, siguiendo su camino migratorio. Con el paso del tiempo, la pequeña ballena se fue fusionando con las rocas que la aprisionaban, hasta convertirse en piedra.
Asà pues, el intermitente chorro de agua que brota del acantilado en Ensenada es considerado como la súplica de ayuda de la ballenita perdida, que aún resuena entre las rocas hasta el dÃa de hoy.
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