Autoconocimiento
Por Cristina Arias
La libertad de ser auténtico, te permite tomar decisiones alineadas a tus valores favoreciendo tu desarrollo y tu propio potencial para vivir plenamente desde tu individualidad; quien se siente limitado de ser auténtico, puede sentir frustración, ansiedad, estrés e infelicidad.
El tema de libertad tiene muchas aristas, depende del autor y del enfoque que lo queramos ver. La libertad es la facultad natural que tiene el hombre de actuar y de no actuar de una manera o de otra, por lo que es responsable de sus actos.
¿Y cómo logro ser auténtico? para esto hay que desarrollar la habilidad de detectar tanto lo que te sienta bien como lo que no te sienta bien, identificar tus emociones, pensamientos, sensaciones y el estar en contacto contigo mismo y con el entorno que te rodea, identificar y satisfacer tus necesidades, y relacionarte en sinergia con el medio ambiente.
A veces creemos que somos lo que nos dicen que somos.
Para descubrir tu autenticidad necesitas practicar la auto observación, sobre todo al estar experimentando las distintas situaciones y cultivar la conciencia de ti mismo y del momento presente, convirtiéndote en tu propio observador.
Sólo se contacta con el ser en el aquí y ahora, se “cae en cuenta” en el momento presente, de ahí la importancia de vivir en el presente para poder sentirlo y estudiarlo.
Otro elemento importante para lograr la autenticidad es la aceptación de lo que se está sintiendo, pensando o experimentando antes de emitir un juicio. Consultar nuestro sentir como primer paso y como segundo a la razón. Se tiende a utilizar primero la razón y de ahí pasar al auto juicio antes de prestar atención al sentir, siendo que el cuerpo nos proporciona mucha información sobre nosotros mismos, más no estamos acostumbrados a atender estas sensaciones; nuestra cultura nos ha entrenado a razonar. Sin duda el cerebro también nos aporta mucha información, sin embargo, considero que debe haber un equilibrio entre ambos.
Y es que contamos con infinitas posibilidades de SER, solo hay que elegir cuales decidimos desarrollar y cuáles no; para ello se toman en cuenta factores sociales, valores, gustos, preferencias y razones.
Por otra parte, tenemos características que al parecer podrían contraponerse entre ellas y tener en cuenta que ambas forman parte de nosotros es indispensable para tener un autoconcepto más acertado y equilibrado; Por ejemplo, suelo ser muy confiada para muchas cosas y en otros casos muy desconfiada, las dos características forman parte de mí.
Así mismo, la libertad de ser auténtico promueve relaciones saludables, una vida en balance, un mejor estado físico, mental y emocional.
Ser auténtico suena sencillo, más puede ser más complicado de lo que parece.
Según el “Population reference Bureau”, hasta el 2023, somos 108,000 millones de habitantes los que hemos pasado por el mundo. Cada persona es distinta, única e irrepetible, cada persona tiene su propia personalidad, valores y objetivos en la vida.
Para ser auténtico hay que ser congruente y para eso hay que conocerse de manera integral.
Tomando en cuenta que para la psicoterapia Gestalt cada individuo es un todo integrado que se compone de cuerpo, mente y alma, y que estos elementos interactúan entre sí para formar una experiencia completa; ser auténtico significa vivir en congruencia con la completitud de nuestro ser y experimentar cada momento de forma integral, sin reprimir ninguna parte de nosotros mismos.
Por otra parte, el ser auténtico no significa ser impositivo, impulsivo ni impertinente, se trata de estar consciente de nuestros pensamientos, deseos, sentimientos y acciones tomando total responsabilidad sobre los mismos.
Además, la Gestalt sostiene que el individuo está en constante relación con el campo (el entorno), la persona se desarrolla en el entorno y se ve influenciado por el mismo, ya que están en constante intercambio (cultura, clima, economía, geografía, etc).
Por lo tanto, no tenemos una manera estática de ser, sino que vamos cambiando según el entorno, ánimo, estado físico, experiencias, compañías y reflexiones. Así como nuestras células y nuestro cuerpo están en constante cambio y movimiento, nosotros como individuos estamos en constante evolución. Entonces el ser humano no “es” de una determinada manera siempre, sino que “vive” distinto en cada momento… se puede decir que antes fuimos, ahora somos de alguna manera y mañana lo más probable es que seamos distintos.
Conócete, acéptate, ámate.
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