¡PARDIEZ!
Por Héctor J. García
La palabra “migración” es relacionada en múltiples casos con marginación y criminalidad. Debemos tener en cuenta que, durante milenios, los distintos grupos humanos han migrado por varias partes del mundo hasta conformar la distribución que tenemos hoy en día en los distintos países.
Ejemplos de grandes migraciones han sido los pueblos indoeuropeos desde la India hasta Europa, las diásporas judías por todo el Oriente Medio, hasta China, la India, parte de Europa y América. De igual modo, los árabes migraron durante siglos desde la península arábiga hasta España y el norte de África. El continente americano ha recibido migraciones de varias partes del mundo durante los últimos 500 años.
Actualmente siguen las migraciones de personas con el principal objetivo de llegar a países con mejores condiciones de vida y de esa manera prosperar. Como dato, no vemos gente migrando hacia Cuba, Venezuela, Nicaragua o Rusia, sino a Europa occidental, Estados Unidos y de rebote a México (Turquía funge de manera similar como lo hace México para E.U.).
Es legítimo el derecho de las personas de migrar. En mi caso, tengo antepasados que llegaron a México desde el otro lado del mundo buscando prosperidad y adquiriendo tierras para trabajarlas, lo que era imposible en sus países de origen, ya que casi todo pertenecía a algún emperador o un rey (u otras noblezas menores).
La migración también trae potenciales clientes que desean consumir bienes y servicios, para lo cual requieren integrarse a la economía formal y ponerse a generar ingresos y egresos. México pasa por la coyuntura del *Nearshoring y para esto necesitará más trabajadores. Considero urgente que el gobierno y las empresas, le apuesten a que los migrantes puedan acceder fácilmente a un empleo con una previa capacitación.
*Nearshoring: acercar la producción al territorio de consumo
Urge que nuestro país sea un destino de migrantes con visión de progreso y, de paso, solucionar aglomeraciones humanas como las presentes en Ciudad Juárez, que indirectamente provocan tantos problemas de logística de mercancías con Estados Unidos, lo cual asciende a varios millones de dólares diariamente.
Un ejemplo de que es posible la integración de migrantes, es la llegada de haitianos a Tijuana, México desde hace 7 años, al grado crear una villa residencial llamada “Little Haití”. Para crear esta villa, los migrantes invirtieron en materiales de construcción, equipos y maquinaria, que son parte del gasto de capital que tanto fortalece a las economías, sin contar con que son consumidores de alimentos, ropa, diversión, etc.
¡Es tiempo de canalizar oportunamente a la migración sin caer en xenofobias!
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