Por Maria Isabel Uribe Velasco.Psicóloga Clínica.
Estamos en momentos de cambios sociales importantes, no cabe duda.
Permítanme iniciar este escrito comentando el caso donde Johnny Deep llevó a cabo un juicio en contra de su ex esposa, por difamación.
Tal vez todos sepan algo alrededor de este tema o tal vez no. De primera instancia parece una situación ligera, un tema del espectáculo, pero dado que a Jack Sparrow (personaje que el actor Johnny Deep caracteriza en la saga Piratas del Caribe), una mayoría importante de personas lo conocemos. Dado a su repercusión, considero que este juicio y toda la información que ha salido es significativa ya que lo siguió mucha gente. Y esto es parte de mi reflexión.
Insisto, el tema parece tan banal y pido disculpas si alguien se ofende al yo tomar este espacio para tocar este tema. Solo que lo hago porque considero que esta es una situación muy relevante.
En los últimos tiempos, cada vez que una mujer se ha quejado de haber sido violentada, le hemos dado la credibilidad total, es decir, no dudamos que así ha sido: maltratada o lastimada. Situación trascendental, pues hasta hace poco la agresión de los hombres hacia las mujeres no se escuchaba, y si se llegaba a exponer esta se minimizaba, y menos se defendía.
Tenemos incontables historias de situaciones equivocadas que se han manifestado en ellas. En mi trabajo como psicoterapeuta, he escuchado de mujeres muchos testimonios de violencia doméstica, laboral y social. Y me satisface que ya respondamos a esa voz femenina, sin embargo, después de este juicio, se abre una nueva ventana…no solo las mujeres son violentadas, también los hombres. Revisemos lo ocurrido:
Deep demandó a su expareja por perjudicar su carrera tras la publicación de un artículo en The Washington Post en 2018, en donde ella aseguró ser una figura pública que sufrió de violencia doméstica a manos del actor. Sin embargo, durante el juicio se revelaron audios donde se le escuchó a ella agredir verbalmente a Johnny, así como diferentes evidencias donde se demostraba que era ella la que lo violentaba a él.
Al final del juicio, aunque los dos recibieron sanciones, fue mayor para Amber dado que se evidenciaron situaciones de maltrato importante, de ella a él. Ahora, para nosotros como humanidad, y lo digo así por la repercusión social que tuvo este evento… ¿qué significa y qué nos indica?: que los seres humanos no podemos ser juzgados ni por nuestro género, raza, condición social ni preferencias sexuales, etc, etc, Solo, y solamente por nuestros actos.
Y con ello me atrevo a decir, hablando psicológicamente, que en nuestro inconsciente colectivo se están agregando nuevas formas de respeto y valor humano.
En alguna ocasión, hablando con un maestro grande y sabio, el Sr. Gildardo, decía que en el mundo solo hay dos tipos de personas, los buenos y los malos. Yo me atrevo a parafrasearlo y decir, solo hay dos tipos de personas: los sanos, y los enfermos de mente; y en mi opinión, tal vez habría un intermedio y somos todos aquellos que deseamos y estamos trabajando para ser más sanos cada día, y de ahí mejores personas.
¿Y, Les digo algo?... ser más sanos y mejores personas, lo necesitamos TODOS.
Que tengan una excelente vida.