Por: María Isabel Uribe Velasco
Psicóloga Clínica.
He tenido una bella experiencia y ella me ha llevado a hacer una reflexión que deseo compartirles, les explico.
Hace unos días, uno de mis hijos me invitó a que viera la película. ¨La sociedad de la Nieve”, en un principio me negué a ello. La razón de mi negativa es que hace varios años, cuando estaba cursando la preparatoria, se escribió el libro, el cual leí, y narraba la experiencia de estos estudiantes, protagonistas de la película.
En esta ocasión, no quería volver a pasar por ese momento difícil, ya que recordaba que a medida que leía, iba encontrando emociones intensas, así lo expliqué a mi hijo y sin embargo me volvió a decir, vela, vale la pena. Y así, con toda mi resistencia emocional, la vi.
Fue doloroso, sí, no estaba equivocada, sin embargo, a medida que avanzaba la película y cuando al fin terminó, solo me quedó un sentimiento de admiración, me pareció un poema cinematográfico, si así se pudiera decir. Y me llevó a muchas reflexiones.
Para los psicólogos la autoestima, también llamada, amor propio, es un tema primordial para un desarrollo sano, en todas las áreas, emocional, intelectual y físico.
Y una de las labores que tenemos, es propiciar que los seres humanos la desarrollen y la lleven a la experiencia de sus vidas. Sabemos, que nosotros los humanos, no nacemos conociendo lo que es el valor personal, nuestro medio ambiente tiene que fomentarlo, y cuando esto no sucede, sufrimos por ello.
Y éste concepto, tan valioso, se puede desvirtuar y de hecho sucede.
La idea de que somos seres valiosos, en muchas ocasiones ha sido tomada como una forma de egocentrismo, y mientras aún hay muchas personas que no pueden reconocer lo valiosos que son, porque lo ven como una conducta egoísta, muchas personas, entienden que el amor propio significa que somos importantes y que como tales, somos merecedores de todo lo que deseamos simplemente por existir, y ahí, bajo este concepto, se pierde de vista el otro.
¿Y quién es el otro? Nuestros padres, nuestros amigos, vecinos, hermanos, compañeros de trabajo, todos los seres humanos que nos rodean, esos son el otro, el que vive en esta tierra, como tú, como yo.
Los seres humanos somos seres de grupo, nacemos en medio de personas, y así logramos satisfacer nuestras necesidades. No podríamos sobrevivir si no fuera así.
Y estamos en un momento social, que pareciese que de repente esto se nos ha olvidado, y viene una película a mostrarnos la importancia de saber que no estamos solos, y si yo soy valiosa, o valioso es porque enfrente de mí también hay una persona, como yo, que merece, el amor, respeto y empatía. Que también necesita, como cada uno de nosotros, al otro, a los otros.
¡Que eso está bien, me tengo a, mí y me reconozco también en el otro!
¿Saben una cosa?, vean la película.
Que tengan una excelente vida.
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