Por Fernando Maroño
Sé lo que quieres ser. No le des importancia a lo que otros dicen. No te amilanes ante los contratiempos y dificultades.
Ten la seguridad de que TÚ y sólo TÚ, tendrás que responder por tus actos. Por eso, busca en tu interior tu propia luz y sé exactamente lo que quieres ser.
Sé lo suficientemente valiente para vivir la vida con fe, lo suficientemente fuerte para vivir la vida con esfuerzo, lo suficientemente generoso para vivir la vida dando amor, lo suficientemente inteligente para ser humilde y aprender, lo suficientemente feliz para vivir con alegría y lo suficientemente humano para vivir la mejor vida que puedas tener.
Ya no pierdas el tiempo en aquellas cosas que restan sentido en tu vida, en preocupaciones, en rencores, en miedos y dudas… la vida se vive en el ahora, no vale la pena perder el tiempo en las cosas que te sucedieron en el pasado y que hoy te consumen.
Deja de preocuparte por lo que fue o no fue, por lo que no hiciste, por lo que perdiste, por lo que te lastimó… vive el HOY con entusiasmo, con fe, con ganas de REALMENTE vivir la vida, no solo de sobrevivirla.
Hay personas que mueren a los 25 años, pero los entierran a los 75 o después… ¿a qué me refiero con esto? A que mueren sus sueños, sus esperanzas, su entusiasmo, su curiosidad, su espíritu aventurero, sus deseos, sus anhelos… en fin, muere su gusto por la vida y van envejeciendo sólo ocupando un espacio en este mundo, sin aportar, sin crear, sin disfrutar, sin ser lo que querían ser.
Una de las cosas más valiosas que podemos tener como seres humanos, es un autoconcepto positivo aceptando nuestros logros, aspirando a nuestra autorrealización y confiar en nosotros mismos. Desgraciadamente una gran cantidad de personas nunca logran esto, nunca logran ser quienes quieren ser.
Y esto es porque al perder el entusiasmo por obtener lo que quieren, dejan de hacer las cosas con intensidad, con amor, con fuerza. Únicamente quienes luchan por lo que quieren, haciendo lo mejor siempre y en todo, logran llegar a donde se proponen.
Si tú no haces absolutamente todo lo que te toca hacer con excelencia y usando al máximo tus habilidades, no tendrás lo que quieres. Es así de sencillo.
Y si todos queremos ser felices, ser plenos, tener abundancia y demás… ¿Por qué no lo hacemos? ¿Por qué no damos el máximo esfuerzo? ¿Por qué preferimos la indiferencia, la procrastinación, las zonas de confort, lo fácil? Por nuestra incapacidad de enfrentarnos a nuestro peor enemigo: NOSOTROS MISMOS.
Estamos destinados a ser felices… ¿por qué decidimos no serlo? Porque nos autosaboteamos, nos mentimos, nos engañamos. Dudamos de nosotros mismos y nos negamos el derecho de ser lo que queremos ser.
Por eso somos nuestro peor enemigo. Y por ello, somos una incongruencia.
Nos encanta hablar de lo que queremos, de nuestros deseos, pero la mayoría de las veces no hacemos absolutamente nada para hacerlos realidad, y cuando sí hacemos algo, nos rendimos ante la primera dificultad que enfrentamos.
Ya olvida lo que te pasó. Olvida lo malo del pasado. Deja atrás de dónde vienes, eso no importa. Lo que importa es dónde estás hoy y a dónde quieres llegar: Lo que quieres ser.
Leí este intercambio en alguna página de internet y me pareció una maravillosa reflexión:
- “¿Qué harías si supieras que vas a morir?”
- “Vivir al máximo lo que me quede de vida”
- “¡HÁZLO! ¡Vas a morir!”
Te invito a que lo tomes en cuenta y te des cuenta de que el tiempo que nos queda es limitado y extremadamente valioso. Que eso sirva para motivarte a empezar a hacer absolutamente todo lo necesario para empezar a dirigirte al lugar que deseas.
Que te conviertas en alguien de quien estés orgulloso y que al final de tu vida puedas decir:
¡Soy lo que quise ser!