Autoconocimiento Por: Cristina Arias
Sabemos que la experiencia se logra con la práctica continua, nos convertimos en lo que hacemos y no en lo que decimos, pensamos o anhelamos. Sabemos también que muy probablemente seremos capaces de lograr nuestras metas siempre y cuando nos preparemos y trabajemos para ello. Y al final, nos damos cuenta que quizás lo importante no era la meta, sino en la persona en quien nos convertimos durante el trayecto.
Hace algunos días escuché una interesante analogía de Sadgurhu que me hizo reflexionar.
El mencionaba que la muerte es muy eficiente, llega y ejecuta “exitosamente” su tarea. Nadie muere ineficientemente, pero sí hay quien vive ineficientemente.
La muerte no es algo que nosotros necesitemos practicar; mientras estamos vivos podemos sonreír, trabajar, disfrutar, sentir, acompañar, experimentar, en otras palabras…vivir. Sin embargo, vemos a personas que pareciera que van practicando por la vida su “pose de muerte”, parecen inexpresivos, infelices, insensibles como si estuvieran sobreviviendo, mas no viviendo.
Mientras estamos vivos, las cosas para nosotros tienen importancia, como ejemplo la familia, los bienes, el trabajo etc. Todo eso carece de importancia para nosotros una vez que pasamos a otro estado. 150 mil personas mueren al día en el planeta. Tú hoy, si estás leyendo esto, ¡estás vivo! y no son las circunstancias las que definen nuestro destino, sino las decisiones que tomamos ante dichas circunstancias.
¿Y tú? ¿Vas practicando la vida? ¿O vas “practicando” la muerte?
Cada vez que vemos el reloj y escuchamos su tic-tac, lo que estamos experimentando es el “pum-pum” de nuestro corazón; señal inequívoca de que estamos vivos.
El tiempo no es el que se acaba, son nuestros latidos los que algún día se detendrán.
Cuestiónate, ¿Qué haces para darle cuerda a tu “reloj”?
Ahora, si te vuelves más consiente de la vida, ¿cambiarían las decisiones que tomas ante cada circunstancia?
Dinámica:
¿Qué te parece si cada vez que revises la hora, haces conciencia de que estás vivo, agradeces lo que tienes y te regalas una sonrisa?
Conócete, acéptate, ámate.