Por Fernando Maroño
No sé si alguna vez te has mirado en el espejo y te has hecho esta pregunta, o alguna similar…
¿De qué manera expresas amor? ¿Qué crees tú que es amar? ¿Piensas que realmente amas a quienes dices amar?
Hay tres elementos infaltables en el amor: el RESPETO, la ADMIRACIÓN y la ATENCIÓN.
No importa qué tipo de amor sea el que sientes. Si es para tus hijos, tu familia, tus hermanos, tu pareja, tus amigos, el que sea, si no existe uno de estos elementos, no es amor, es algo inferior a ello.
Entonces, ¿tú cómo amas? ¿Te amas a ti mismo? ¿Te admiras? ¿Te respetas? ¿Te atiendes? ¿O no?
Nadie puede dar lo que no tiene, entonces, si no tienes un amor total e incondicional hacia ti, no podrás amar a alguien como se debe amar.
¿Cuándo fue la última vez que te sentiste orgulloso de tus logros, de tus esfuerzos, de tu resiliencia, de tus éxitos? ¿Cada cuándo te echas porras, te motivas a salir adelante, te inspiras con tus sueños y metas sintiendo que nada te detendrá?
¿Realmente ADMIRAS a la persona en la que te has convertido? ¿Estás satisfecho con quién eres y sientes que eres digno de admiración?
Por otra parte, ¿qué tanto te respetas? ¿Respetas tus propias decisiones? ¿Cumples con lo que te comprometes contigo mismo? o ¿Eres de las personas que dicen: “mañana lo hago”, “empiezo el lunes”, “empezando el año voy a empezar” o algo similar… y nunca lo haces?
O peor aún, empiezas las cosas y no las terminas. Eso que tanto deseabas hacer, lo que pensabas lograr, o lo que anhelabas obtener, no se hace realidad porque NO CUMPLES CON EL COMPROMISO PERSONAL de lograrlo.
¿Te ha pasado?
Igual piensa: ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a una revisión médica por prevención, y no por tener algún dolor o malestar? ¿Cuándo fuiste a revisarte y a hacerte una limpieza dental sólo por el hecho de que es necesario hacerlo y no por algún problema? ¿Cada cuánto vas con el oftalmólogo a revisarte la vista como rutina, para prevenirte y mantener tus ojos saludables?
¿Cómo es tu alimentación? ¿Tu régimen de ejercicios? ¿Cada cuando te haces regalos a ti mismo atendiéndote porque te amas?
RESPETO. ADMIRACIÓN. ATENCIÓN.
Si en todo lo anterior cumples y te respetas, te admiras y te atiendes de forma personal y constante… ¡felicidades! eres una micro minoría dentro de nuestra sociedad. Si no lo haces, si caes en algunos de los supuestos anteriores, pues ¡hay que trabajar para amarte más! Y entonces, realmente podrás hacer lo mismo para quienes “amas”. Entonces si será amor de verdad.
Observa cómo compartes con los demás. De qué forma te entregas a los demás. De qué manera te conoces a ti mismo y de qué forma eliges comportarte… ¿con amor o sin amor?
Me encanta esta frase de Alejandro Jodorowsky:
“¿Qué se ama cuando se ama? El reflejo de tu alma en el alma de otro.”
Debemos trabajar en convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Muchas veces, quienes nos aman nos inspiran a luchar por lograrlo; nos hacen sentir tan amados que deseamos ser la mejor persona que podemos ser para ellos, y es justo ahí donde aparece lo que dice Jodorowsky: las almas se reflejan.
Y no hay sentimiento más bello que ese:
Sentirte correspondido, querido, cuidado, protegido, inspirado, motivado, esperanzado, cubierto, amado…
Respetado, admirado, atendido…
Entonces, ahí sí estás amando de verdad, y estás siendo amado en tu propio y maravilloso reflejo.
Quiero terminar preguntándote de nuevo:
Y tú… ¿Cómo amas?
Comments