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Ayer

Por María Isabel Uribe Velasco / Psicóloga Clínica



El pasado, ese que nos llena de recuerdos, que nos invita a reflexionar sobre lo vivido, es seguramente para todas las personas una parte de su existencia sumamente importante.

De tiempo en tiempo nos tomamos un momento para volver la vista hacia atrás, y pensar todo lo que hemos caminado. ¿Cambiaríamos algo? ¿Qué experiencia quisiéramos borrar?

En la vida siempre hay situaciones amorosas, bellas y maravillosas que van quedando en el pasado. Podemos pensar que, a la distancia, todo parece fácil y sencillo; sin embargo, también en el camino hay tristezas, dificultades, errores y entonces, la interrogante siempre es: si tuviéramos la oportunidad y hubiera algo que cambiar… ¿Lo haríamos? ¿Podríamos? ¿Cómo lo haríamos? O ¿Tal vez sería mejor solo olvidarlas?

En el desarrollo psicológico, las memorias son sumamente importantes. Vamos creando una historia de vida sin ser conscientes de ello, y es aquí donde deseo hacer énfasis de la importancia de regresar a pensar en nuestro pasado, siendo de forma reflexiva y a cualquier edad.

A veces, pensamos que eso es solo de gente mayor y no es así. En cualquier momento de nuestra historia tenemos mucho que aprender de nosotros mismos; es sumamente importante conocernos y reconocernos a través de nuestros actos.

Habrá momentos dichosos y seguramente otros no. Entonces podremos revisar con cuáles deseamos quedarnos… ¿Con los aciertos o con los errores? ¿Cuál es la historia que queremos contarnos de nosotros mismos? Las personas que no realizan esta revisión, por lo general viven en el pasado sin darse cuenta, simplemente no lo dejan ir. Si en ese tiempo hubo situaciones dolorosas y difíciles y no se hace una labor de reconocimiento personal, se van quedando con todo ese bagaje emocional y, por lo general, fue lo que causó tristeza, dolor o culpa. Es entonces que la vida en tiempo presente se contamina por aquello que ya sucedió y no se trascendió…continúan sufriéndolo.



Recordar es volver a vivir, y por ahí aparecen imágenes dispersas de risas que surgieron en cualquier momento, de logros obtenidos que nos dieron sentimientos de satisfacción, de confianza, situaciones que nos llenaron de seguridad ante problemas que fuimos capaces de resolver, de trascender


Una vez hecha esta revisión, de nuevo la interrogante… ¿qué cambiaríamos y con qué nos quedaríamos? La respuesta es fácil, nos quedaríamos con lo bueno mas no sin antes haber sido capaces de revisar el pasado en su totalidad, y soltar el lastre para quedarnos con lo bueno.

Sí les puedo decir que una, no puede venir sin la otra.

Revisemos, Escojamos.

Que tengan una excelente vida.

Revista Digital

"Hablemos de

lo Bueno"

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