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YO también fui candidata.

por: Alicia Huerta-G Arce


Tenía quince años y escribía novelas en mi trabajo, laboraba en una oficina de Gobierno, lo cual no me interesaba gran cosa porque yo era escritora y escribía novelas para mis amigas Lupita Maldonado y Choco Durazo, con quien compartía los capítulos y ellas estaban muy interesadas en mis historias, de las cuales ellas eran las protagonistas y me pedían con exigencia el siguiente capítulo. Muy inquieta siempre e interesada en las causas sociales, siempre ayudaba a quien podía, sin presumir el espíritu de servicio y sin falsa modestia, era ajonjolí de todos los moles.


En algún momento, a los 18 años, tuve la oportunidad de trabajar en asistencia social con el recordado Armando García, Florita y Nelly, en el municipio. Oh maravilla! ahí podía ayudar y me pagaban por eso, súper! Tenía compañeros con el mismo espíritu así que éramos muy felices.

Eso me llevó a conocer jóvenes que como yo buscaban la participación para ayudar, y ahí terminé involucrada con el Partido, ¿cuál partido?, pues el único que existía en ese tiempo, el PRI, qué?…había más? Y con el mejor, el Profe Enrique Hernández Cobián, nuestro maestro y Gurú.

Ahí empezaron mis andanzas políticas, fui nombrada Secretaria de Relaciones Públicas del Movimiento Nacional de las Juventudes Revolucionarias en el Estado, y para empezar, no me podía aprender el nombre de mi título. Soy secretaria de la juventud de la revolución? ¡Noooo!Soy la encargada de la Secretaría de Relaciones Públicas que inventaron los jóvenes? Nooooooo!,

“creo que años después aprendí mi nombramiento.”.



Mientras tanto, participábamos en cuanto acto político había enfrente. Nos involucramos en campañas políticas, de servicio, de sociedades, de todo; éramos un grupo maravilloso donde la energía fluía por todos lados, siempre de la mano de mi querido Fernando Gómez Medina, y del Dr. Raúl Anguiano, mis mejores amigos, y del chaparrito Jorge García que era nuestro gran líder estatal. Qué tiempos aquellos! Hacíamos desde discursos hasta pegar cartelones, porque además teníamos grandes oradores en el grupo.

Nos llevábamos de piquete de nalga con los grandes funcionarios, locales estatales y nacionales, éramos un grupo de jóvenes muy preparados, leídos y escribidos y nada feos ninguno y sobre todo, bien vestidos.


Fue iniciar y no dejar por muchos años, la formación del Grupo Insurgentes de mis amores donde estábamos todos, los que significábamos algo en la vida política juvenil de nuestro Estado. Un grupo de jóvenes profesionales con la mejor intención de servir, y si se podía agarrar “hueso” por qué no. Cuando alguno lo conseguía, todos participamos para apoyar, no celos, ni envidias y mucha amistad, muchísima!.


Nombres, nombres…algunos de ellos ustedes los conocerán. Por ejemplo, con nosotros participaron: el Dr. Luis Alonso Villegas, el Lic. Álvaro Zamudio, el Lic. Alberto Herrera, el Lic. Walter Riedel, por supuesto Raúl Anguiano y Fernando Gómez, que era el líder, Sergio Zambrano Aldaz, el intelectual del grupo; el Lic. Juan Salazar, Francisco Gómez Medina, la Lic. Elizabeth García, la Lic. Tony García, la CP Lupita Preciado, Marco Cortez, Fidel Osorio, Salvador Reyes, en fin, éramos muchos y muy fregones todos.


Y llegó mi tiempo, recibí la invitación para ser candidata a regidora o diputada,”cuál quieres?”, me dijeron. Y yo me quedé pensando. Había visto tantas cosas, fui testigo de tanta cochinada; el mundo de los adultos era muy sucio, componendas, presta cuerpos por posiciones, tranzas, mentiras, engaños, servilismo, el ignorar totalmente la plataforma de principios del partido; unas doctrinas maravillosas que cubrían todos los aspectos de la vida y la civilidad, cualquier situación en nuestra vida estaba cubierta, era servir sin servirse, era honestidad, era lealtad, eran muchas cosas que yo veía inexistentes.

El Profe Cobián nos había enseñado cómo ser buenos priistas, a ser idealistas, a seguir los preceptos y a honrar nuestras creencias políticas. Los periódicos empezaron a mencionarme como candidata, gente de la política que con dificultad me habían saludado antes, ahora me abrían la puerta y me recibían con efusividad ahora por mi nombre. Muy chistoso, muy chistoso.


Mi barbado Director, Jesús Blancornelas, me llamó incipiente y joven candidata. En el Semanario Zeta, El Mexicano, El Heraldo, todos mencionaban a la joven Alicia Huerta, que salía del cascarón de la política sin mayor experiencia, y Don Roberto Luévano, líder de la CTM, me saludaba con efusividad.

Todos esos acontecimientos fueron los que me decidieron a declinar gentilmente el ofrecimiento. A pesar de mi juventud, no me deje llevar por el “canto de las sirenas”, por la vanidad, o por la ingenuidad… y decidí decir NO.

Fue el mejor NO que he dicho en mi vida.


Ahora, en estos tiempos de política en la que solo unos cuantos tienen experiencia y los demás son improvisados, pienso, ¿cómo pueden dormir en la noche lanzándose a un puesto para el que no están preparados? porque te sacaron de tu casa, o de una taquería, o de un ring de lucha libre, o de un foro de telenovelas y pretenden servir a su país o servirte de tu país, sin tener la menor idea de cómo hacerlo.

Aunque te puedas rodear de expertos en el tema, quien va a legislar y a gobernar eres tú, y para eso es necesario tener liderazgo. Cómo tenemos candidatos que ni siquiera participaron como todos, pegando carteles y dando discursos, caminando por las colonias con el mero afán de servir. Los que creen que retratarse comiendo tacos en un sobre ruedas ya los hace del pueblo.


Que no tienen la idea de la mística de la política, como la que a mí me enseño el Profe.


Yo también fui candidata en todos los periódicos locales, amigos lectores, y con eso tuve suficiente.

Prefiero ayudar al prójimo así, solita, con mis recursos, sin nombramientos.

Pero eso sí, nadie me puede presumir porque…YO TAMBIEN FUI CANDIDATA!


PD. Por cierto, fui a buscar a mi taquero de Birria y ya no lo encontré…anda en campaña!

Revista Digital

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