¡PARDIEZ!
Por Héctor J. García
Cierra 2022 con múltiples acontecimientos ocurridos y, de muchos de ellos, se seguirán reflejando sus efectos en este 2023. Estamos a casi un año de la invasión a Ucrania por parte del dictador Vladimir Putin, justamente la población rusa ha sido la gran perdedora con los bloqueos comerciales y en sus libertades. Por otro lado, la “fortaleza” bélica de Rusia fue un mito, mostrando múltiples chatarras de la época soviética que le han tomado casi un año en Ucrania, siendo que la dictadura rusa consideró que esta guerra les tomaría unos días.
Las presiones inflacionarias en el mundo parecen estar llegando a su pico, pero aún hay bastantes intermitencias, principalmente por la existencia de inventarios caros y dificultades logísticas en cadenas de suministros. En México, por ejemplo, la tasa del BANXICO está en los 10.50%, con una inflación anual del 8.35%. Pero otros países la están viendo peor, como Turquía, que su inflación es de más del 70%, en gran parte debido a la que presidente Erdogan no respeta la autonomía del banco central, cosa que afortunadamente SI ha ocurrido en México.
En Estados Unidos la tasa de interés fue subida por la FED al nivel del 4.25%, y según los discursos de los integrantes de la reserva, seguirán algunos aumentos, aunque más moderados. Esto provoca que los índices de Wall Street no logren una recuperación sostenida, estando en una especie de zigzag dentro del desplome que tuvieron durante 2022.
Muy poco han avanzado las conversaciones de Viena entre Irán y los países de la Unión Europea (Estados Unidos indirectamente, vía la U.E.), con el fin de que Irán detenga su programa de energía nuclear a cambio de que le sean levantadas las sanciones comerciales internacionales impuestas unilateralmente por la administración de Donald Trump.
Pasando al lejano Oriente, China ha tenido un difícil 2022, que arrancó con el desplome de la empresa inmobiliaria Evergrande, situación que tuvo que ser afrontada en gran parte por el gobierno chino para evitar de manera artificial un efecto dominó en otros giros económicos. Actualmente hay una crisis inmobiliaria en China, al grado que la cantidad de vivienda desocupada está en niveles récord. Recordemos que una crisis inmobiliaria en 2008 reventó en Estados Unidos, por lo que la dictadura China está en aprietos.
Mientras tanto, en Oriente Medio, en Israel Benjamín Netanyahu acaba de formar un gobierno de coalición con otras fuerzas, algunas de ideologías extremas y muy cuestionadas por la sociedad. Sigue la integración comercial y diplomática entre Israel y algunos países árabes como los Emiratos Árabes, Marruecos y Bahrein. Todo indica que Netanyahu va por la plena relación diplomática con Arabia Saudí, y esta coyuntura podría ser la pinza para que Israel solucione a través de los saudíes el problema palestino que ya es una cuestión meramente local. De igual modo, no perdamos de vista que lleva 9 años el conflicto bélico en Yemen, cuyos frentes son el gobierno del país apoyado Por Araba Saudí contra el grupo de rebeldes hutíes apoyados por el Irán.
En “Latinoamérica”, vemos que se concretó el triunfo electoral de Lula Da Silva en Brasil y, por fortuna, en Perú se cebó el golpe de estado que intentó dar el dictadorcito Pedro Castillo, quien ahora está preso. Es de reconocerse que ninguno de los poderes constitucionales de Perú avaló la intentona de Castillo, y esto rescata la ventaja de una democracia parlamentaria, a diferencia del presidencialismo mesiánico que estamos tan acostumbrados a ver en la mayoría de los países de América. México necesita aprovechar mejor la oportunidad del Nearshoring… ¡¡Urgen infraestructura y certidumbre para invertir!!
Hemos visto que se ha intensificado el acercamiento de Estados con Venezuela, al grado que las actividades de la petrolera Chevron han ganado impuso en aquel país, y paralelamente se ha venido dando una dolarización en el mercado negro de la economía venezolana. Gran parte de los dólares estadounidenses que ingresan a la dictadura venezolana vienen del narcotráfico.
En la Unión Europea me preocupa Alemania, que, siendo el motor de la UE, ha visto un incremento considerable en los costos de producción industriales, giro que representa más de una tercera parte de su PIB. El alza en el precio de los energéticos ha puesto contra las cuerdas a la economía alemana y les urge una diversificación a otros giros como el de servicios, como lo tiene Inglaterra.
Quien se ha comido la manzana más grande es Elon Musk con la compra de Twitter, movimiento muy mal visto por los inversionistas, lo cual ha hecho caer tanto las acciones del mismo Twitter como las de Tesla, que de por sí ha enfrentado grandes retos en su logística, derivado en gran parte a los confinamientos por covid en China (en aquel país, Tesla tiene una importante parte de sus operaciones).
¡¡Ojo con Chechenia, Putin!!.......