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¿Cuál es tu maridaje personal?

Por: Cristina Arias

Maridaje viene de la palabra latín ‘maritare’, matrimonio, donde el propósito es que, al unirse los dos elementos, realcen los dos su potencial.

Para encontrar tu maridaje piensa, ¿Qué es lo que te hace brillar? ¿Qué es eso que te apasiona y que al hablar de ello se te ilumina el rostro y te brillan los ojos?

Si te regalarían un billete de $100 dlls a cambio de que hables del tema que tú quisieras… ¿de que hablarías?

Tal vez tu maridaje va por ahí…

Se habla tanto de encontrar nuestra pasión que a veces nos genera angustia no saber a ciencia cierta para qué somos buenos, qué es lo que queremos, o lo que nos gustaría hacer.


Por otra parte, para los que estamos en lo que podría ser la mitad de nuestra vida, nos cuesta trabajo ser o hacer cosas diferentes a las que ya hemos hecho antes, y es hora de encontrar un nuevo maridaje acorde a nuestra etapa de vida.

¿Cómo te describes? Piensa en 5 adjetivos calificativos que te definen, ahora, reflexiona si esos adjetivos corresponden a tu época actual.

Nosotros solos nos ponemos etiquetas, ya sea por nuestro auto concepto, por errores o aciertos del pasado o porque adoptamos las etiquetas que alguien más nos impuso quizás muchos años atrás… ¿y qué crees? que ya no somos la misma persona que éramos, que nuestros gustos e intereses pudieron haber cambiado y no nos hemos percatado de ello, sin embargo, conservamos las “etiquetas” impuestas y posiblemente estamos “maridando” con cosas del pasado que ya no nos sientan bien.

Así como en las empresas se revisan los estados financieros mes a mes, así podríamos evaluar el rumbo que estamos tomando como persona, ¿en quién me estoy convirtiendo? Porque si algo es seguro es que estamos en constante cambio, nuestras células están cambiando, nuestros sentimientos, emociones y acciones. También cambian nuestros gustos, habilidades e intereses. Entonces, a lo mejor nuestro maridaje también debería cambiar.

Pudiera ser que la esencia no cambie, más podemos experimentar nuevas formas y nunca es tarde para explorar nuevos caminos.

Hay tanta información al alcance de nuestra mano, que tiempo nos hace falta para conocer nuevos conceptos, hobbies, personas y temas de interés.


Un mismo vino sabe distinto según el año en que se encuentre, sin embargo, siempre hay opciones para maridar y combinaciones que siempre le van a sentar bien.

Lo mismo ocurre con nosotros. Hay maridajes que forman parte de nuestra esencia, más siempre habrá nuevas combinaciones conforme vamos evolucionando.

Probablemente de chica me quedé con la idea que se me dificultaba estudiar, y me doy cuenta que ahora que encontré un tema que me apasiona, soy “súper nerd” y muy dedicada a los estudios.

Ahora marido bien con el estudio. Me apasiona, lo aplico en mí y lo transmito a otros que se pueden ver beneficiados con estos conocimientos.

O quizás antes me encantaba cocinar y ahora me doy cuenta que ya no me interesa en lo absoluto.

O que antes no era entusiasta y ahora sí lo soy.

O que antes no reía con facilidad y ahora sí lo hago…

Te invito a observar a qué se deben los cambios, ya sean positivos o negativos, y encontrar el maridaje ideal para la etapa en la que te encuentras ahora.

Y pregúntate, ¿Me gusta el rumbo que estoy tomando?

Toma conciencia de cuál es tu mejor maridaje personal actual; qué es lo que hace resaltar tus atributos, dónde te sientes más cómodo contigo mismo; y por último, dónde eres una mejor persona ayudando con tu luz a los demás.


Conócete, acéptate, ámate.

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