Las ciudades y su gente
Por Luz Elena Picos
En esta sociedad polarizada, se admita o no, la nación mexicana está dividida en dos grandes grupos: los que, adoradores del régimen político instaurado a partir del año 2018 y los que no han sido convencidos de tantas maravillas que pregonan.
En todos los sectores que integran la sociedad mexicana la nueva política ha obligado a realizar cambios en su forma de trabajar y de entablar el diálogo con sus autoridades. Seguiremos comentando de lo que conocemos, de lo que nos consta. Para nadie es un secreto que el actual presidente desde los primeros días que asumió tan alta responsabilidad, puso en duda e hizo serias acusaciones de las personas que están integradas al voluntariado. El llamado Tercer Sector.
“Acusado” aún se está en la espera de que el Presidente muestre las pruebas y en el caso de que proceda, acuda a las autoridades correspondientes para exigir castigo o por lo menos la restitución de lo que llamó “robo”. Difícilmente al termino de su gobierno exhibirá esas pruebas que se le pidieron. No las hay o por lo menos no de la magnitud que él, aseguró. Lo que si es un hecho es que muchas Secretarías del gobierno federal, de acuerdo con la Auditoría Federal, tienen cuentas por aclarar.
Hay que hacer énfasis de que hasta antes que llegara este gobierno de “Morena” había programas de apoyos financieros en los tres niveles de gobierno. El federal del INDESOL (dependencia desaparecida por considerarla competencia peligrosa) publicaba varias convocatorias al año. Una de ellas especialmente para beneficiar a las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC). La distribución de esos apoyos se hacia por zonas de la república para que fueran más equitativas.
La OSC obtenía el apoyo solo que el programa beneficiara a sectores vulnerables. Y el gobierno
subsidiaba económicamente parte del total requerido. Así que además de aportar efectivo, la institución ciudadana también cedía instalaciones, con todos sus servicios de agua, luz, teléfono, equipo de cómputo, personal capacitado, voluntarios que realizaran el trabajo y constataran la calidad del mismo. Al final entregaban los comprobantes de todos los pesos y centavos. Y tenían que cumplir estrictamente con los tiempos. De lo contrario se boletinaban.
Ahora, ya desaparecidos todos esos programas, porque la decisión presidencial fue que entregaran directamente los apoyos económicos. Y los beneficiados sin demostrar el buen uso de esos apoyos. Pues la gente buena, actúa con rectitud. ¿Por qué esos cambios? Recién acaba de ratificar el señor Presidente, lo que millones de mexicanos pensaban: cada peso entregado en mano de la gente pobre y buena, se siente comprometida a retribuir con un voto a su benefactor. Lo dijo el señor Presidente… está grabado en una de sus mañaneras.
En cambio los Organismos de la Sociedad Civil siguen cumpliendo los objetivos fundacionales. Venciendo miles de dificultades, porque las necesidades están ahí, en las calles, en las casas y en todos los rincones de México. Con una realidad definitiva: los OSC no piden voto a cambio.
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