Su misión es prevenir y aliviar el sufrimiento humano sin discriminación, protegiendo la vida y la dignidad de las personas, especialmente en situaciones de emergencia.
Sin embargo, la Cruz Roja y la Media Luna Roja se rigen por siete principios fundamentales, que guían todas sus acciones a nivel mundial:
Humanidad – Ayudar sin distinción a quienes sufren, protegiendo la vida y la dignidad humana.
Imparcialidad – No hacer distinciones por raza, religión, nacionalidad, opinión o condición social.
Neutralidad – No tomar partido en conflictos ni involucrarse en disputas políticas, raciales o ideológicas.
Independencia – Mantener su autonomía para poder actuar conforme a sus principios humanitarios.
Voluntariado – Basar su labor en el espíritu de servicio, sin ánimo de lucro.
Unidad – Solo puede haber una Cruz Roja en cada país, abierta para todos.
Universalidad – Todos los movimientos nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente.
Estos principios aseguran que la Cruz Roja pueda cumplir su misión de asistencia humanitaria en todo el mundo, con credibilidad y confianza.
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