Por: MBA Kathia Bustillos Iturralde
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La meditación es una excelente manera de calmar tu mente y relajarte, especialmente durante el tiempo de inactividad, como esos momentos antes y después de dormir.
Por supuesto, los beneficios para la salud de la meditación hablan por sí mismos. La meditación es realmente útil para reducir el estrés, mejorar el enfoque y la concentración, practicar la relajación y llenar el cerebro de positividad. También puede ayudarnos a resolver problemas, ganar perspectiva y recordarnos lo que es importante en la vida.
No es necesario convertir cada rutina en un ritual, especialmente todo a la vez. Comienza despacio; solo una actividad a la vez. Presta atención a cómo tu cuerpo y tu mente responden en el camino. ¿Estás menos estresado? ¿Mejor descansado? ¿Más feliz? A partir de ahí, busca otras oportunidades para agregar rituales a tu día. Como cualquier habilidad, cuanto más practiques, más consciente estás en tu vida cotidiana.
Si eres como la mayoría de las personas, la forma en que avanza tu día tiene un ritmo específico. Las rutinas son una forma natural de mantener todas tus áreas pendientes ordenadas, organizadas y alcanzables. Pero, cuando vives la vida según el horario, es fácil ir en piloto automático y, antes de que te des cuenta, estás más enfocado en hacer las cosas que en disfrutar de las cosas que haces.
Para aprovechar al máximo estos momentos, te recomiendo un enfoque diferente: convertir tus rutinas sin sentido en rituales conscientes. Los rituales traen concentración, atención plena y significado a tu vida diaria. Con una mentalidad ritualista, prestarás más atención a los detalles, pensarás más cuidadosamente y te enorgullecerás del trabajo que completes.
Aquí hay algunas maneras de transformar cualquier rutina en un ritual atractivo y motivador:
Concéntrate en el momento
En lugar de zonificar y dejar que tu mente se estanque, tómate un momento para reducir la velocidad y comprométete con lo que está frente a ti. Al lavarte los dientes, concéntrate en el movimiento de cada cepillada, desde la fila superior hasta la fila inferior y las encías. Mientras lavas los platos concéntrate en cada plato, cada vaso y cómo los pones a secar. Ser consciente con cada acción puede ayudar a promover un sentido de presencia y conectarse con el “ahora” de una manera significativa.
Practica la gratitud
Practicar la gratitud significa dar gracias por las cosas importantes en tu vida. Para empezar, muestra un poco de amor a tu familia y amigos. Y no solo lo pienses, ¡dilo! Tomarse un momento para expresar cómo te traen alegría, puede ayudarte a revivir buenos recuerdos juntos. Causa una reacción en cadena de sonrisas que alegrarán tu día y el de ellos.
También puedes expresar gratitud por otras cosas, como experiencias divertidas, buena salud o comida en la mesa. Para un ritual diario fácil, trata de dar gracias cada vez que te alimentes: cada bocadillo, cada comida. Dar gracias a la hora de comer es una excelente manera de prepararse para una alimentación consciente. Esto es un ganar-ganar para el bienestar mental.
Aduéñate de tu entorno
Cuando sigues una rutina, es fácil obtener visión de túnel. Estás tan concentrado en completar la tarea que el entorno que te rodea se desvanece en formas borrosas y ruido blanco.
En lugar de apresurarte hacia adelante con la mente en una sola pista, tómate el tiempo para observar tu entorno. Concéntrate en las vistas, los sonidos, los aromas y las sensaciones de sentirte más presente en tu día a día
Y finalmente, ¡atrévete a vivir el AHORA a través de la MEDITACION!