Por Fernando A. Quirós Andrade
Artista visual, escultora, escritora, multidisciplinaria y maestra de enorme sensibilidad, Carmen Campuzano, nos presenta ahora una serie de poemas llenos de vivencias propias que han alimentado esa infinita creatividad que la ha impulsado a lo largo de toda su vida.
“Hilvanar el Alba” nos llega, así como el más reciente trabajo de una artista inquieta que no se conforma con producir su propia obra, sino que comparte constantemente todo lo que hace; ya sea en una exposición, en los talleres que por años ha impulsado en las más remotas zonas de su querida Tijuana, o, como en esta ocasión, a través de sus textos impresos en un nuevo libro.
Conocí a Carmen Campuzano a inicios de la década de los 90’s, en medio de una ebullición de proyectos culturales y artísticos como parte de una generación de extraordinarios artistas visuales, la mayoría muy jóvenes, pero con una fuerza creativa digna de guerreros. Con pocos espacios culturales públicos, la tendencia era hacia la búsqueda de espacios independiente y, más aún, la apertura hacia zonas de la ciudad alejadas del centro histórico y por tanto alejadas de esos pocos lugares disponibles. Artistas jóvenes como Antonio Escalante, Susana López, Ana Karina Balderrábano, Araceli Arredondo, Tizoc García, Pedro López Solís, Ricardo Félix, Toño Vega, Pier Maldonado, Ángel Benson, Martin Santos y muchos más, se movían en diversas zonas alrededor de la ciudad abriendo talleres, llevando muestras artísticas, exposiciones, música, danza y artes en general. De entre todos ellos, Carmen Campuzano siempre se cocinó aparte.
Casas hogar, orfanatos, colegios, jardines de niños y talleres independientes, han sido sus puntos de atención por más de 30 años de trabajo ininterrumpido, especialmente dirigido a un sector infantil que no siempre tiene a su alcance los medios para desarrollar sus habilidades e inquietudes creativas… “Si la montaña no viene, hay que ir hacia ella”, parece ser la premisa que mueve a Carmen Campuzano. Pero no se queda ahí. Tal vez una de sus más maravillosas aportaciones ha sido el taller “Toco, siento, vivo, creo…”, realizado para niños invidentes y/o con debilidad visual que trabajó desde 1996, y que se vio coronado con su “Manual de Artes Plásticas para Niños Invidentes y Débiles Visuales”, publicado en 1999.
Con estos antecedentes, Carmen Campuzano nos sorprende ahora con la presentación de un nuevo libro, “Hilvanar de Alba”, que contiene una serie de poemas mucho más íntimos, mucho más suyos, que muestran el sentir de la artista a lo largo de su vida, a través de diversas experiencias, vivencias muy suyas, que generosamente comparte con sus lectores.
Sin duda sus padres vienen a jugar un papel fundamental en este trabajo, mostrando esa relación tan fuerte entre la autora y ellos, lo que a su vez nos lleva a entender esa intensidad que siempre ha movido su obra, su pintura, sus textos y todo su trabajo artístico.
El artista visual -pintor, escultor- que escribe, tiene sin duda la capacidad de hacernos ver las imágenes que describe en sus textos, y en Carmen Campuzano esta regla se confirma. Cada palabra, cada frase, cada párrafo, es la descripción viva de imágenes que ves en tu mente, en tu imaginación, en tus propios recuerdos.
“Hilvanar el Alba” es, sin duda, un libro que vale la pena leer.
¡Enhorabuena Carmen! y que vengan muchos más.
Fernando A. Quirós Andrade es arquitecto con estudios en neuroartes y administración de industrias culturales y creativas; tijuanense, promotor cultural y escritor por vocación y afición.