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Maridar o no maridar

Por: Cristian Martínez/ Sommelier

Maridar o no maridar, he ahí el dilema. Adaptación de un soliloquio que realizó el gran dramaturgo de Inglaterra, William Shakespeare en su obra Hamlet, primera escena del tercer acto.

Pero aquí no hay cuestión debido a que es un acto que realizamos la mayoría de las personas, algunos sin darnos cuenta.

El origen de la palabra maridar viene de matrimonio, haciendo referencia a la unión de dos partes buscando balance, contraste o acompañamiento.

¿Qué no es lo que hacen los chefs al balancear cuidadosamente los sabores? como bien me enseño el Chef Martín San Román, o lo que realiza una madre al equilibrar el cuidado, felicidad y formación como lo ejecuta mi esposa con mi hijo.

¿Por qué no hablar de los doctores? ellos buscan balance en la salud con un acompañamiento preciso entre medicamento e intervención, como lo hace el Doctor Ceballos, que aparte de ser un buen dentista, es un experto conocedor del vino, asimismo los contadores, que en una tabla de T realizan con precisión los pasivos y activos. O un padre que con amor cuida el balance entre trabajo y familia, como mi buen amigo Alí Arteaga, misma cosa que yo trato de realizar.

Y bueno, nos podemos seguir con la mayoría de las profesiones y actividades. Ya que la mayoría de nosotros lo hacemos, me gustaría compartirles parte de lo que se realiza en el maridaje del vino.

Es un balance sublime donde la falta o exceso de uno o más de los ingredientes y/o características del vino, puede cambiar el resultado. Como si en una ecuación de álgebra el signo de menos fuera cruzado verticalmente con una línea recta convirtiéndose en un signo de más.

Ahora, nadie dijo que forzosamente tiene que ser el vino más ostentoso ni la comida más glamurosa.

Por poner un ejemplo, el vino blanco de uva Sauvignon Blanc que produce la casa Concha y Toro -que tiene un alto índice de producción-, que el embajador del vino argentino y chileno el enólogo Raúl Gil bien representa, puede ser un maridaje perfecto con unas buenas palomitas de maíz caseras, con un poco de aceite vegetal y una pizca de sal, porque si agregamos caramelo, superarían por mucho la acidez y cuerpo del vino antes mencionado.



Por otro lado, los tacos de cabeza de res con Foie Gras podrían ser un maridaje perfecto con el Malbec de un año en barrica, como el de Bodegas F. Rubio ubicado en Valle de Guadalupe, ya que la untuosidad que queda en boca tras deleitar los tacos es balanceada con el cuerpo, acidez y barrica del vino haciéndonos salivar limpiando así el paladar, pero con el postgusto largo y agradable lo antes mencionados.

Siempre procuraré preguntar qué les gustaría leer en un próximo artículo, ya que escribo para ustedes.

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