Por Michelle M. Iverson-Villaseñor

Hay nudos en el estómago que se quitan, hay cicatrices que cuestan cerrarse y hay otras que no logran a hacerlo nunca. Hay lágrimas que duelen y sonrisas que pierden el aire. Hay besos apasionados que no se dan, otros que nunca se olvidan, y otros que son los últimos sin saberlo porque no hay palabras para describirlos, porque fueron tan profundos que no podremos explicarlos.
Hay abrazos que sanan y te recomponen un poco más; hay personas que se van de tu vida porque quieren hacerlo, porque no pudieron superar tu luz y hay que dejar que lo hagan, aunque con ello te partan el alma. Y hay otras que se quedan pase lo que pase, aunque te publiquen que eres lo peor de la vida.
Hay momentos que queremos olvidar y otros que se vuelven inolvidables. Hay sensaciones que no se pierde; tradiciones que, aunque materialistas, no se rompen porque lo social es primero y relaciones que NUNCA acaban porque siempre estarán engarzadas al qué dirán.
Hay canciones que te harán llorar y otras reír y otras que te transportarán a un lugar mágico o te recordarán a los que ya no están. Hay momentos buenos y otros no tanto; días en los que solo queda seguir…levántate y continúa.
Hay odio…. pero también gente buena en el mundo. Y hay sonrisas que merecen la pena dejar que te cambien la vida. Hay amores bonitos que vale la pena recordar, aunque solo haya sido por un breve instante, y ratitos que te salvan de lo que sea, hasta de la monotonía.
Hay algo que se llama vida…y que, aunque a veces se complique, hay que vivirla como si se fuera acabar.
Pero nunca digas que “Me olvidé de Vivir.”
¡Buen día Tijuana!
Comentarios