Por Edrick Reyes
2020, año del gran cambio para todos. Nadie me puede negar que hemos sufrido un giro de 180 grados, algunos para bien, otros para mal y muchos se quedaron igual, se fueron con la corriente. Nuestro caso no dista mucho de estos últimos tres escenarios, se nos vino encima un mundo de pendientes y planes que sabía ya no tendrían forma. Aunque, debo admitir, que siempre hemos sido muy inquietos e impacientes y aquí no fue la excepción.
Con bastante tiempo, tomamos libros que estaban comenzados, pero no terminados y algunos nunca abiertos. Leí mucho sobre cómo sería el regreso del turismo, la nueva forma del servicio y la evolución de los viajes; esto mientras hacíamos de todo para poder sobrevivir. Las deudas tenían que cubrirse y la creatividad fue nuestra principal arma. Recuerdo bien que un día, mientras cocinábamos unos pedidos de pizzas, mi buen amigo Leonardo me dijo; “oye cabrón, tu eres muy bueno en el servicio, sabes cómo atender a un cliente, sabes cómo chiquearlos y que, aunque no esté bueno el producto, siempre se van contentos, ¿cómo le haces?”; yo nada más respondí, pues no sé, me nace hacerlo. Y es importante mencionar, esto era algo que nos diferenciaba a nosotros como dos chicos que repartían pizza casera a domicilio, nuestra amabilidad y forma de adaptarse a la actual situación, nos hizo mas empáticos con la gente.
Bueno, para no hacer el cuento más largo, este amigo, cuya profesión original es diseñador gráfico y de los mejores, fue la persona que me impulsó a crear lo que en aquel entonces era un proyecto muy innovador y hoy día una empresa…así se fundó Hosperation.
La iniciativa solo fue el primer paso, con ello vino un GRAN esfuerzo y paciencia en cada paso. Esto me llevo a pensar que, lo más importante en cualquier emprendimiento, es tener un buen plan de negocio. Encontrar el, ¿cómo?, buscar el, ¿quién? y darle tiempo al ¿cuándo? Estas fueron las grandes dudas que tuve al principio, pero ya era muy tarde, ya estábamos encaminados a un rumbo que me daba miedo, pero no tenía nada que perder.
Puedo sentir como si fuera hoy esa sensación, me gustó y dije ¡Órale!, esto me gusta. Al final del día, mi único propósito como profesional en el área de turismo siempre ha sido dejar un pequeño legado para que, quien siga, lo haga mucho mejor que yo.
Hacer carrera en turismo es una de las tareas mas absorbentes como colaborador y en algunas ocasiones mal pagadas, sin embargo, también está en uno el saberse mover en la industria y no estancarse en un puesto o cargo. Siempre debemos aspirar a ser mejores y debemos desarrollar la pasión, en este negocio lo único que nos salva es nuestro talento y trabajo.
En nuestro caso decidimos emprender, que, en mi experiencia, es doblemente difícil porque primero se tiene que pasar por una larga experiencia y ganarte la confianza y respeto de las personas, ellas son las que te recomiendan. Aunque hay otras que deciden hacer uso de sus expresiones y critican hasta lo que no se comen.
Déjenme decirles algo, si una amistad está emprendiendo algo, no vayan y le pidan gratis sus servicios o productos, no está bien. La idea es ayudarlo (a) y no mal explotar su talento. A veces, a las personas que nunca han emprendido algo se les hace muy fácil dar “soluciones” a problemas que no se han tenido y juzgan situaciones que nunca se han vivido y eso, lo único que provoca es desmotivar al que tanto trabajo le costó dar ese paso del emprendimiento.
Sigo siendo fiel creyente de que las personas pueden mejorar. Tenemos todo para hacerlo, si quieres emprender hazlo y ¡créetela!, eso es lo mas importante. Recordemos que los emprendimientos son para cumplir con nuevas necesidades, o explorar un nuevo público consumidor de tus servicios.
El turismo es la base para muchas cosas, te ayuda a tener un mejor contacto con las personas, cubrir necesidades, incluso cuando los clientes no sepan que tienen necesidades, es trabajo de nosotros cubrirlas. Decía un famoso hotelero del siglo pasado, “nunca le digas que no a un cliente, incluso si te pide la luna”.
Debemos seguir siendo optimistas ante el futuro y seguir pensando en grande, no para tener todo el dinero del mundo o el éxito, porque uno no llega a la cima solo, todo es trabajo en equipo. Por nuestro lado, no descarto estar tirado en el mediterráneo en un barco o yate disfrutando de mis años de adulto, pasear con mi hijo por algún pueblo pintoresco y tomarme una copa de vino con mi novia que tanto amo y se ha convertido en un pilar esencial en mi vida personal y profesional.
Gracias por leer esta pequeña nota y ¡Anímate! trabajar en turismo te cambia la vida.
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