top of page

Nada cambia, si nada cambia.


Autoconocimiento

Por Cristina Arias



Deseamos resultados distintos conservando los mismos hábitos, sentimientos y creencias.

Suele suceder que reconocemos que estamos incómodos, ya sea en una relación, a nivel financiero, profesional, emocional o de salud, mas no siempre identificamos qué es lo que deseamos que cambie, ni cómo hacerlo.

Otras veces sabemos lo que deseamos, mas no contamos con las herramientas ni la metodología o guía para lograrlo.

Otro de los casos muy comunes que veo en consulta, es que deseamos un cambio sin hacer nada al respecto. Suena ilógico, sin embargo, es muy común y frecuente.

*Deseamos ser respetados sin respetarnos a nosotros mismos y sin fijar límites.

*Deseamos continuar con las mismas personas que nos hacen daño, pero que ellas ya no nos dañen.

*Deseamos adelgazar sin dejar de comer lo que nos engorda y sin ejercitarnos.

*Deseamos más ingresos sin implementar acciones distintas.

*Deseamos tener amigos sin salir de casa y convivir.

*Deseamos saber más sin capacitarnos, y la lista puede ser infinita…

La clave es identificar el “Para qué”, una vez que lo identifiques es más fácil encontrar el “cómo”.

Y aquí entra el autoconocimiento; siempre he pensado que es para valientes… podremos intentar engañar a las personas, mas no a nosotros mismos… el espejo no miente.

De nada sirve el saber si no se complementa con el hacer, y saber sin hacer puede resultar muy incómodo.



Te comparto mi paso a paso:

1. Reconoce la situación en la que estás…no lo puedes cambiar si no lo ves. No juzgues, solo acepta que esa es tu situación actual.

2. Presta atención a tu cuerpo, a lo que sientes al hacerte plenamente consciente de la situación, esto te conecta con tu verdadera esencia.

3. Identifica “la raíz”, lo que te llevó a esa situación. (sin juzgar)

4. Descubre el verdadero “para qué” de lo que deseas. Una vez haciendo conciencia de las sensaciones de tu cuerpo puedes identificarlo; cuestiónate y respóndete sinceramente para qué lo deseas y sigue cuestionando tus respuestas con otro “para qué” hasta que llegues al verdadero motivo. Este será tu motor.

5. Cuestiónate ahora si verdaderamente estás dispuesto a dejar lo que te mantiene en la situación incómoda. Hipócrates decía: Antes de curar a alguien, pregúntale si está dispuesto a renunciar a las cosas que lo enfermaron”. Parece increíble, sin embargo, muchas veces aquí está el motivo del “estado de pausa”.

6. Busca el cómo. Con los pasos anteriores, es muy probable que encuentres la manera; planea y persiste. Puedes identificar las herramientas que has utilizado en tus logros pasados y adecuarlas a este nuevo proyecto de cambio.

7. Apóyate en alguien más, con información, familiares, amigos o terapeutas.

Disfruta este paso a paso, toma algo con que anotar y dedícate un tiempo a hacer este ejercicio de autoconocimiento. Te vas a sorprender con la información que vas a descubrir sobre ti, tendrás mucha más claridad y te será más fácil tomar acción alineada a tu esencia.

Conócete, acéptate, ámate.

Revista Digital

"Hablemos de

lo Bueno"

bottom of page