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NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

Updated: Mar 17, 2022

"Las ciudades y su gente"

Por: Luz Elena Picos

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Hace relativamente poco más de 5 años, un grupo de personas que dirigen Casas Hogar para Niños, conocidos también como Orfanatorios, decidió unirse en una Red de Asociaciones. El objetivo de entonces, sigue siendo el mismo: unir esfuerzos para el servicio y de ser necesario, para la defensa de las instituciones, ante posibles embates del sector gobierno.





Las 60 instituciones que atendían en total, poco más de mil niños, niñas y adolescentes, encontraron que la Ley que regulaba las instituciones de Asistencia Privada, no estaba resultando gran apoyo. Publicada el 17 de abril del 2015, en su momento hizo ver el futuro con gran optimismo. Y ¿cómo no pensarlo, si los diputados locales, habían tenido reuniones previas para conocer las inquietudes de quienes dirigían esas instituciones?


Esa Ley de Asistencia Privada que regularía las administraciones de las casas hogar, casas de cuna, albergues y cualquier otra institución de asistencia social privada, prometía ser muy especial. En primera, garantizaría el buen manejo de los programas integrales, el adecuado tratamiento de las criaturas, el apoyo del gobierno estatal para capacitar, actualizar los programas y en esa forma garantizar la buena administración de los albergues.


Pero en la práctica resultó que el sector gobierno, por todo ello quería recibir honorarios. Ahí es cuando el voluntariado, sus dirigentes y responsables consideraron inequitativo el trato. Todos esos albergues habían sido fundados por personas que se interesaban en dotar a niños, niñas y adolescentes, de protección, cuidados integrales en cultura educación, deporte, salud y todo lo necesario para su desarrollo.


Antes de esa Ley de Asistencia Social, cumplían fielmente su compromiso asumido libremente y basado en genuino interés por ayudar a la niñez desprotegida. La unión hace la fuerza, asegura la conseja popular. Pues en este caso, funcionó con el numeroso grupo de instituciones unidas para hacerse oír. Las autoridades, entendieron que unir esfuerzos e interés para ayudar a niños vulnerables por la pobreza, traería mejor resultado, que los pleitos.


Hoy nuevamente se vive una época de problemas, con el retiro de mínimas ayudas para hacer menos difícil la atención a ese sector tan necesitado. Y con el poco auxilio de los servicios mínimos como la exención del pago del agua, de las regulaciones que por seguridad deben acudir a Protección Civil y por supuesto el apoyo de psicólogos y trabajadores sociales, que en el pasado era posible atender gratuitamente en esas Casas Hogar para Niños, Niñas y Adolescentes.


Por el bien de todos ellos, es importante reactivar esos programas.




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