top of page

¡Pa'trás, ni p’al vuelo!


Por: Lic. Michelle M. Iverson-Villaseñor



Mi abuela, quien fue una mujer de campo nacida en Tequila, Jalisco, nunca tuvo la oportunidad de ir a la escuela por ser de una familia muy humilde, sin embargo, ella tenía un sentido de la honorabilidad muy alto y valores muy firmes. De ella aprendí hablar español, dichos populares y hasta un poco de picardía mexicana.

Era sin duda una mujer no apta para su época y con una sabiduría tal, que cuando descubrió que el abuelo -a quien conocí muy poco-, le puso los cuernos, no dudó ni un segundo en decirle: “Vicente, levántate y camina hacia enfrente, que la puerta está muy ancha y muy larga y por ahí cabes con todo y maletas”. Creo que nunca la vi llorar por él; jamás le volvió a dirigir la palabra al abuelo, ni siquiera cuando iba de visita.

Las indirectas siempre estuvieron a la orden del día, y cuando le preguntaban por qué lo había dejado, siempre respondía: “Porque lo que él decía con palabras, lo deshacía con los hechos.”

Mi abuela decía que cuando alguien pone en “jaque” el valor de tu propia integridad, es en ese momento cuando debes elegir y saber prescindir de aquello que te está dañando personalmente y, sobre todo, emocionalmente. Nuestra integridad es un valor del cual las mujeres nos olvidamos y lo dejamos a un lado como si no fuera importante, perdiendo el piso o rogándole a alguien que no nos valora. Dejamos que se convierta en una obsesión algo que ya no tiene vida.


“En ocasiones, rendirse es de sabios.”

El asumir una crisis, puede ser muy positivo para nosotras porque el ego suele jugar un rol muy importante dentro de todo esto. Podemos llegar a creer que somos dueñas o dueños de alguien que, en sí, nació con libre albedrío. Somos capaces de perder la cabeza de tal forma, que ni vivimos ni dejamos vivir; nos olvidamos de nosotras por completo. Es mejor poner la situación en una balanza para darnos cuenta que es mucho mejor vivir en paz e íntegras, que seguir obsesionadas con algo que no te deja ni respirar.

Así que, si hay algo o alguien que pone en riesgo tu integridad, entonces hay que decirle adiós, porque ¡Pa’ trás, ni p’al vuelo como decía la abuela!

El mensaje del día de hoy: valora tu integridad como mujer, valora quién eres, porque ese es el ejemplo que le darás a tus propios retoños.

!Ánimo Tijuana!

Revista Digital

"Hablemos de

lo Bueno"

bottom of page