Autoconocimiento
Por Cristina Arias
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Frecuentemente es más fácil detectar lo que no nos gusta y lo que no queremos, que lo que en verdad deseamos. Por otra parte, estamos acostumbrados a dirigir nuestra atención a lo que está fuera de nosotros y, para identificar qué es lo que realmente queremos, habría que ver hacia el interior.
En el colegio nos enseñan a identificar lo que debemos hacer, mas no lo que queremos. Crecimos buscando la aprobación de nuestros padres o maestros y, en ocasiones, sucede que al llegar a adultos no sabemos qué hacer con la libertad de decidir.
De acuerdo a nuestra educación y cultura, asumimos lo que se espera de nosotros y en base a eso trazamos el camino. Identificar lo que no deseas también es importante, así como tomar inspiración de las personas que admiras o envidias, si es el caso.
Cuando sientas envidia pon atención, normalmente es porque lo que ves en la otra persona tú lo puedes tener también mas no lo estás cultivando. De lo contrario, no sentirías envidia, solo estarías admirando.
Como padres, ahora sabemos la importancia de cuestionar a los pequeños para que encuentren las respuestas en su interior en base a lo que sienten, piensan y desean. Esta es otra manera de conocer a los hijos y no solo limitarse al modelo de comunicación unilateral, donde los padres son los que hablan, dan instrucciones, o sus puntos de vista y no escuchan a los hijos; claro, siempre con el justo balance ya que los hijos necesitan guía.
¿Qué voces escuchas al tomar una decisión? ¿las voces externas o las voces internas?
Llamaremos “la voz interna” a tu diálogo mental, y puedes tener varios diálogos mentales muy determinantes más pueden no ser tuyos, pueden ser impuestos, imitados o repetidos por costumbre. Llamaremos “las voces externas” a las opiniones de otras personas o los usos y costumbres con los que has crecido.
Existe una tercera voz y es “la voz del cuerpo”; atender a las sensaciones del cuerpo nos aporta mucha información sobre nosotros mismos, nuestros miedos, repulsiones, deseos y lo que nos emociona y nos da alegría.
Si te cuesta trabajo definir lo que quieres, comienza notando las sensaciones de tu cuerpo, así como tu voz interna y las voces externas, identificarás lo que realmente viene de ti y lo que no.
Tu cuerpo no miente.
Muchas veces no atendemos nuestros verdaderos deseos ya que implica salir de la zona conocida. Los cambios implican trabajo y no siempre son fáciles, sin embargo, en el momento en que te reconstruyes a ti mismo, se reconstruye tu entorno.
Identifica lo que estás arrastrando y lo que te detiene, ya que cuando sueltas lo que te estorba, abres camino a algo nuevo y mejor. Al definir lo que quieres, podrás identificar las oportunidades que se te presenten, de otra manera, pueden pasar frente a ti y no detectarlas por no tener claros tus deseos.
La esperanza es lo que nos ayuda a vivir en el presente. Analiza en dónde estás depositando tu esperanza.
Cuando haces conciencia de que mereces tener objetivos distintos a los que se esperaban de ti (tener o no hijos, casarte o no, elegir tu carrera, tu estilo de vida, etc.), dejas de huir de ti mismo.
Hay muchas personas que llegan a mi consulta buscando respuestas. El autoconocimiento no implica cambiar de vida, ayuda a comprenderte para avanzar y no simplemente caminar sin un destino, puedes cambiar el rumbo sin cambiar el destino.
Recuerda las sabias palabras del filósofo Romano Séneca “No hay viento favorable para quien no sabe a dónde va”. Cuando defines el “qué”, es más fácil encontrar el “cómo”.
Te invito a hacer este ejercicio para encontrar lo que verdaderamente quieres, contactes contigo y redefinas tu rumbo. Toma cuaderno, pluma y tu bebida favorita.
1..- Especifica lo que te gustaría tener en los siguientes campos y compáralo con tu estado actual:
*Salud *Finanzas *Amor *Familia *Profesión *Desarrollo Personal *Hobby *Amigos *Espiritualidad.
2.- De las personas que admiras, busca lo que deseas cultivar e inclúyelo en tu lista.
3.- Si tienes un inventario de lo que no te gusta, descubre lo que sí te gusta del lado opuesto e inclúyelos en la lista.
4.- Haz una lista de las acciones a seguir con base a los resultados de los puntos anteriores.
El Autoconocimiento es la clave para que vivas de acuerdo a lo que verdaderamente anhelas.
Define el rumbo para llegar a tu destino.
Conócete, acéptate, ámate.