top of page

Soltar no es perder, es hacer espacio


Por Cristina Arias



ree

Cuando conocí a mi querida Patty San Román —una mujer visionaria, incansable e impecable en su trabajo— no imaginé, ni por un instante, que su invitación a escribir en la revista Urbanus se convertiría en algo tan profundo para mí.


Hoy, que la revista anuncia una pausa (no sabemos si temporal o definitiva), siento que no puedo despedirme sin abrir mi corazón. Esta vez necesito escribir desde un lugar distinto, más personal… ese lugar donde nacen los verdaderos cierres de ciclo.


Recuerdo el día en que le conté a mi papá, ese hombre trabajador, práctico, que ama leer noticias y revistas, que quería cambiar el rumbo de mi carrera de Administración de Empresas para dedicarme a dar sesiones y cursos de autoconocimiento con imágenes (parecidas a las del tarot, solo con un enfoque psicoterapéutico).


Su respuesta fue un rotundo:  “No, eso déjalo para tu vida personal…”

Ese “no” me dolió, y también me hizo crecer.

Mi papá siempre me ha apoyado más de lo que puedo expresar, pero en mi interior había algo que necesitaba su aprobación total. No quería decepcionarlo. Quería que se sintiera orgulloso de mí.

Hoy lo entiendo: por más que uno sepa qué quiere cambiar, si el inconsciente sigue con la misma programación, seguimos interpretando, sintiendo y actuando desde el mismo patrón.

Y “Cristina niña”, y mi mente inconsciente, buscaban su permiso, su bendición silenciosa.

Mientras mis redes crecían y mi agenda se llenaba, yo sentía que me faltaba algo.

Hasta que llegó Urbanus.


A través de la revista, mi papá comenzó a leerme. Poco a poco, artículo tras artículo, fue conociéndome de verdad. Descubrió que lo que yo hacía no era esoterismo ni juego, sino desarrollo humano, psicoterapia práctica y transformación personal.

La revista se convirtió en un puente: un canal para que él entendiera mi vocación y para que yo soltara la necesidad de explicarla.


Hoy mi papá está orgulloso de mí.

Comparte mis artículos con sus amigos, recomienda mis servicios, y cuando habla de lo que hago, se le ilumina la cara. Eso, para mí, no tiene precio.

Gracias, Patty San Román, por abrirme ese espacio, por confiar en mí desde el primer día, por ver en mí lo que yo todavía no alcanzaba a ver.

Gracias por ponerme al lado de personas con tanta experiencia y talento, por regalarme tablas, seguridad y retos. Tu fe en mí ha sido uno de los regalos más grandes.

 

Cuando actúas desde el corazón, no imaginas el bien que puedes estar haciendo en la vida de los demás.


Paty, tú fuiste ese puente sin saberlo.

Curiosamente, mientras la revista Urbanus cierra su ciclo, también estoy cerrando el del local que me vio crecer profesionalmente. Ese espacio fue un regalo lleno de amor, acondicionado para mis necesidades, y hoy también toca dejarlo ir.


Hace poco escuché a un maestro de numerología decir:

“Lo que no sueltes este septiembre te atará los próximos nueve años.” Este es un año 9, el año del cierre, para dar paso al año 1, el inicio.


No soy numeróloga, más me hace sentido: muchas personas están soltando sin siquiera saber por qué.  Porque cuando un ciclo cumple su propósito, lo más sabio es agradecerlo y dejarlo partir.


Gracias a los lectores que mes a mes me acompañaron y compartieron mis palabras.

Gracias a Patty, a Alicia, y a todo el equipo de Urbanus.

Gracias a Edith, por el espacio donde “ensayé” mis primeros pasos.

Gracias a mi familia y a mi papá, por leerme y aprender a verme desde otro lugar.

Gracias a mi esposo, mi impulso constante, mi apoyo incondicional y quien más ha creído en mí.


Esto no es una despedida, es un cierre con gratitud, un respiro antes de lo nuevo.

Nos seguiremos encontrando —en palabras, en talleres, en la vida— porque los caminos que nacen desde el alma nunca se terminan.


Hoy te invito a reflexionar:

¿Qué necesitas soltar para abrir espacio a lo nuevo? Reconócelo. Agradécelo. Déjalo ir.

Soltar no es perder, es hacer espacio.


Abre tus manos para soltar… y harás espacio para recibir lo que viene.

Te abrazo muy fuerte.

Conócete. Acéptate. Ámate.

Con cariño, Cristina.

Comentarios


Revista Digital

"Hablemos de

lo Bueno"

bottom of page