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¿Te tomas las cosas de manera personal?


Autoconocimiento

Por Cristina Arias

 

“! ¡Actuó de mala fe! ¡Yo lo sé… me quiere dañar y lo hizo en mi contra!…





Humberto, un empleado brillante y muy teórico confiaba en que su habilidad para citar información, datos, conceptos y procesos, lo colocaría siempre como el mejor de su área. Al final del proyecto, Clara, una de sus nuevas compañeras quien no tenía tantos conocimientos previos en esa área como los demás, más ella se esforzaba por estudiar y practicar lo que aprendía. Entregó y expuso un reporte final con resultados muy por encima de sus ilustres y experimentados compañeros.

Jimena, otra de las integrantes del equipo con muchos años de experiencia en el área y más estudios, se quedó sorprendida y recelosa de la presentación de su novata compañera.

Humberto se sintió ofendido y agredido con el excelente desempeño de su colega y, aseguró que Clara evidentemente tenía intenciones de tomar su lugar de líder del equipo y de desplazar a los demás haciéndolos quedar mal.

Sin embargo, la intención de Clara era hacer su trabajo y no la de desplazar a nadie, simplemente hizo una excelente labor y sus compañeros interpretaron su dedicación e interés como un ataque personal.

Se reunían a sus espaldas, liderados por Humberto, para ver cómo ahora ellos podrían hacerla quedar mal y comenzaron a ponerle trabas en su trabajo.

Esto, a nivel emocional, generaba odio, rencor y angustia en Humberto, Jimena y los demás, no así en Clara. Además, dedicaban buena parte de su tiempo y energía en idear “la venganza”.




Y como este caso, he escuchado innumerables historias en consulta. De cuando alguien pasó sin saludar y las personas se sintieron ofendidas, siendo que quizás el otro venía absorto en sus pensamientos y no los reconoció, no traía los lentes, venía en llamada con los audífonos puestos, o simplemente no se percató de su presencia.  Lo mismo que cuando alguien no los invitó a algún un evento, cuando no les han pagado alguna deuda…etc.

O como Lucía, que cada vez que llegaba a algún evento social se ponía nerviosa, le sudaban las manos, se le aceleraba el corazón y se le secaba la boca ya que interpretaba que a su llegada hablaban de ella, de lo que traía puesto, de su vida personal, de sus últimas publicaciones en redes, etc. Es decir, se tomaba de manera personal las miradas y reacciones de las personas, como si todo el mundo estuviera hablando de ella.

Cada uno de nosotros tiene un mundo interno lleno de ideas y experiencias. Dependiendo de mis creencias es que voy a interpretar lo que los demás hacen… y aquí está la clave: no es lo que ME hacen, sino lo que ellos hacen.

Generalmente, lo que rechazo internamente de mí mismo no lo veo en mí y lo veo en otras personas, a esto le llamamos proyección.

En su mundo interno, Humberto tiene muy presente la competencia, la necesidad de reconocimiento, ser el mejor y compararse con los demás, eso es lo que ve e interpreta de lo que hacen los demás.

¿Qué pasaría si en la mente de Humberto hubiera superación en vez de comparación? ¿Colaboración en vez de competencia? ¿Seguridad en lugar de inseguridad? ¿Qué pasaría si Humberto no se toma lo que pasa de manera personal?  Muy probablemente, la respuesta de Humberto ante el profesionalismo de Clara, sería el de dedicar su tiempo y energía a mejorar sus propias presentaciones, integrar a Clara en el equipo, trabajar en colaboración con ella, en lugar de dedicar su tiempo y energía en hundirla para intentar sobresalir él.

El que Clara actuara a su favor, no significa que lo haya hecho en contra de Humberto y sus compañeros.

Lucía, que en su mente está la crítica y la inseguridad, ve e interpreta las reacciones de las demás personas como ella lo haría. Cuando entendió que ella no es el “centro del universo”, que no todos están hablando de ella, que no es tan importante para los demás como ella lo percibe -lo cual fue duro de aceptar-, sintió un alivio y descanso al ver que no todos están tan pendientes de su vida como ella lo creía, que si hablan no es que estén hablando de ella y que si así lo hicieran, lo que dicen habla más de lo que está en la mente de los que hablan, que lo que ella realmente es.

Por eso, te invito a que cuestiones tus interpretaciones y veas que estas hablan más de lo que está en tu mente que de lo que pudiera ser. A que no te tomes las cosas de manera personal, cada quien tiene sus procesos, caminos, historias, creencias, ideas y batallas internas.

Conócete, acéptate, ámate.

Revista Digital

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