top of page

Una verdad que no va con la moda

Updated: Mar 17, 2022

Si deseas escuchar el artículo, dale play al sonido



Por: Edith Tornero

Uno de los grandes impactos de la pandemia, fue provocar un encierro que ha favorecido, sin lugar a dudas, enormemente al planeta, en todos los sentidos, desde cuidar nuestra higiene personal, sanitizar(1) todos los espacios y áreas de trabajo, incluso poner de moda la palabra sanitizar. De la noche a la mañana las personas nos empezamos a ocupar de evitar lugares concurridos, algunos estar en el encierro absoluto, o reunirnos solo con familiares, o en reuniones pequeñas en casa. Menos consumo en todos sentidos, gasolina, comida en lugares públicos, algunos más, evitando los bares y fiestas y por supuesto todo el tema de la ropa.



Esta industria definitivamente se vio afectada, las personas no salían a trabajar, a eventos, al desayuno o gimnasio, ni que pensar de vacaciones. Obviamente, para que quisiéramos mostrarnos renovados con ropa nueva, nadie nos va a ver. El trabajo desde casa, nos permitió estar cómodamente vestidos y cuando se trata de abrir la cámara, podemos solo utilizar un saco o chamarra y listo. Repentinamente los estantes quedaron repletos en los grandes almacenes de ropa, los maniquíes luciendo las mejores galas para nadie, se minimizaron los transeúntes.

Poliéster, nilon, rayón, tencel, algodón, lino, lana, … todo se volcó a las redes, todo por internet, realmente la moda no entro en crisis, simplemente cambiaron sus aparadores de anaqueles a internet, de maniquíes a personas identificadas como influenciadores.

En el mundo se estima (2) que se producen 120,000 millones de prendas por año, en México desafortunadamente no hay cifras, todo se va a porcentajes, aproximaciones, o se mide en miles de millones de dólares. Lo que si es real y lo vemos en tiendas departamentales es que un 70% quizás más, la ropa es de mediana a mala calidad.

Hoy la tendencia en la moda cambia todos los días, con esto del cambio climático, siempre tenemos que llevar a la mano algo más por si hace frio.Hay miles de personas que están constantemente compartiendo en redes, nuevas ideas, modelos, texturas, colores.Si antes una de las mayores cadenas de la denominada “moda rápida” producía 200 modelos por día, ropa sin forro, deshilachados, desigual, sin terminados, ahora, las mismas personas crean sus propias prendas, generando así, pequeños negocios para un selecto grupo de amigos, vecinos, comunidad.

Que decir del empaque, el plástico que protege la ropa, la caja, las etiquetas, las guías y mejor aún, si no te gusta, simplemente lo devuelven, se utiliza otra etiqueta, probablemente la misma caja y otro transporte. Se ha creado una ansiedad al consumo, ¿quién tiene primero el nuevo modelo que se promueve en las redes?, ¿quién tiene más caritas felices en su nueva foto de perfil?. En otras épocas, las colecciones de ropa que marcaban tendencia se presentaban por estación, ahora se generan 52 colecciones, es decir, 1 colección de ropa por semana.



No podemos dejar a un lado el tema de la fabricación de ropa, la materia prima, es decir, la materia prima utilizada se integra en un 70% por textiles sintéticos, de caídas suaves, que no se arrugan, se ciñen al cuerpo, las que son térmicas, las que transpiran mejor, las que se adaptan a la temperatura corporal. Además, todo tipo de combinaciones, de tintes, de procesos, de consumo de agua, de desecho de agua en vertederos clandestinos.

Y, por si fuera poco, no menos relevante, ¿dónde va a parar la ropa usada, la que ya no nos queda y es desechada, devuelta, deteriorada o que simplemente ya no queremos?

En el mejor de los casos se queda en el cajón, pero cuando se van a la basura y se mezclan con basura orgánica, envases de plástico con infinidad de residuos, pintura, aceites, jabones, etc. esto se compacta en los rellenos sanitarios y se vuelven fuente de contaminación, gases, olores, líquidos, regularmente en zonas marginadas donde los niños, nuestros niños crecen, juegan, viven.

Una de las opciones comunes es la donación, especialmente en épocas de frio, los abrigos y chamarras las puedes llevar para que alguien más mitigue las bajas temperaturas, otra más va a casa-hogar donde se apilan en algunos cuartos y se quedan ahí por anos hasta que se empieza a humedecer y luego va a la basura.

Otra opción es cortarla para convertirla en trapos para limpiar, inclusive los talleres mecánicos son muy buenos compradores de bolsas de ropa cortada en tramos para limpiar la grasa que queda en las manos, los carros, los derrames, volviéndose aun mas contaminantes al momento de quemarlas en los tiraderos clandestinos.

En otros casos, la ropa que esta en mejores condiciones se vende en lugares de segunda mano, situación que aun no es muy socorrida por los compradores compulsivos.

Históricamente, con el fin de proteger el cuerpo del ser humano de las inclemencias del tiempo, el mismo se confeccionaba con pieles sus vestimentas. Hoy las grandes corporaciones del ramo textil como muchas industrias, sigue evolucionando pagando un precio muy alto. Tiene que tomar conciencia sobre sus impactos y los impactos de sus impactos no solo en el medio ambiente, también en el ámbito social y por otro lado nosotros, los consumidores debemos tomar conciencia y actuar ya, el planeta esta saturado por tanta contaminación, excesos, descuidos. ¡Seamos proactivos!

(1) Palabra que ni siquiera existe en el diccionario de la RAE.

(2) https://www.youtube.com/watch?v=7Y18UAF8M68

Comments


Revista Digital

"Hablemos de

lo Bueno"

bottom of page